CAPÍTULO LVI: DE ALGUNOS HECHOS, SUCESOS DE LA CIUDAD DE ECIJA, ENCONTRADAS EN LAS HEMEROTECAS ESPAÑOLAS: EL CANAL DE ÉCIJA DE 1883, EL PARADOR DE TURISMO, ENTREVISTA A MANUEL YÉLAMO… por Ramón Freire
Junio 2018
Ramón Freire Gálvez
Han sido a lo largo de los años y siglos, diría yo, varios los proyectos que se han elaborado en todos los terrenos industriales y económicos para Écija, que se fueron al limbo de las ilusiones. Ahora me encuentro uno que fue llamado El Canal de Écija, que incluso se celebró festivamente la terminación del proyecto, como se desprende de la noticia con la que inicio este capítulo.
Dicho canal de riego derivado del río Genil en Écija y Palma del Río, según datos oficiales del Ministerio de Fomento presentado el año de 1883, pretendía aumentar las superficies de tierras de riego y la continuidad de las fábricas y molinos situados en el cauce de dicho río.
En la bibliografía encontrada alrespecto, se nos dice que el expediente sobre el canal derivado delrío Genil en Écija, instruido a raíz de una solicitud de D. Emilio Reus Bahamonde (en la fotografía adjunta) y que se encontraba en A.M.O.P.U (legajo 137, expediente 2185), fue enviado al Negociado de Aguas el 11de junio de 1928, siendo esta la última noticia que se tiene de él. Solo se conserva impreso el proyecto, contenido en REUS. E., 1884 (La obra hidráulica en la cuenca baja del Guadalquivir (siglos XVIII-XX). 1991. Leandro del Moral Ituarte.
La noticia aparece en El Liberal de 13 de Abril de 1883 y es como sigue: “EL CANAL DE ECIJA. Los días que acaban de pasar han sido de fiesta y regocijo para el pueblo ecijano. La terminación de los estudios de un canal de riego que, derivado del río Genil, sirva para aumentar considerablemente la riqueza de las hermosas campiñas de Écija y Palma del Río, ha sido solemnizada de admirable modo.
Ni el Sr. Reus, gerente de la empresa canalizadora, que ha hecho estos estudios, pudo encontrar manera mejor para exponer sus proyectos que reunir en suntuoso banquete a cuantas personas están interesadas en que esta obra de importancia grandísima termine pronto, ni el pueblo ecijano ha podido dar
más indudables y ruidosas pruebas de su cariño hacia todo lo que significa un adelanto y un progreso.
Todo ha correspondido a las generales esperanzas. Ahora hemos visto confundirse en estrecho abrazo la esplendidez y el entusiasmo. No es mucho esperar que esta unión leal y sincera de una empresa decidida a cumplir sus ofrecimientos y de un pueblo que no regatea su concurso a cuantos pensamientos pueden favorecer su prosperidad y grandeza, de pronto por fruto el rápido mejoramiento de esta hermosa comarca ecijana y que merece serlo aún más todavía.
El viernes 13 fue el día señalado para el banquete. A la una de la tarde llegaron a Palma del Río el Gobernador de Sevilla, Sr. Jimeno de Lerma, varios diputados provinciales y una ilustrada representación de la prensa sevillana, compuesta del Sr. Rodríguez de la Borbolla (en la foto de la izquierda), escritor distinguido, abogado de mérito, director de El Posibilista y candidato a la diputación a Cortes por Cazalla; del Sr. Santiagosa, redactor del mismo periódico, y del Sr. Molina, director de El Constitucional. En la estación de Palma les esperaban los representantes de la empresa canalizadora y los del Ayuntamiento ecijano.
El viaje a Écija, a través de un paisaje encantador y variadísimo, fue muy agradable. Alegraban la vista los naranjos, las pitas, las chumberas y los olivos, el cielo esplendente y hermoso, los blancos caseríos de los cortijos y haciendas. Eran regocijo del ánimo las ingeniosas agudezas y los dichos graciosos y ocurrentísimos de los expedicionarios, gente moza en su mayor parte, ricos de imaginación y con no pocos deseos de divertirse. Cuando divisamos las esbeltas torres de la ciudad del Sol ésta había perdido su forma. Écija era la ciudad del canal.
La entrada en Écija fue triunfal. La multitud aglomerada en las calles del tránsito daba ¡vivas! Al canal, a la empresa y a las autoridades. Un ejército de niños con banderas y gallardetes seguía los coches de los expedicionarios cantando un himno, música y letra de un poeta no bien comprendido, a quien llaman los ecijanos Nicolás el bueno. Los balcones se habían convertido en guirnaldas de caras bonitas.
La música municipal se atrevió en algunos momentos hasta con Wagner. No es posible imaginarse entusiasmo mayor. Si más de cuatro hombres políticos ganosos de popularidad hubieran presenciado aquel espectáculo, no harían discursos, harían canales. El banquete se celebró en el piso bajo de la Casa-Ayuntamiento. El salón estaba decorado con mucho gusto y elegancia. Asistieron más de doscientos comensales. No hagamos elogios de la comida, Basta decir que el menú habría podido firmarle Lhardy.
Todos los brindis, discursos más bien, fueron elocuentes y se aplaudieron mucho; en el banquete tenían representación todas las clases sociales y en las manifestaciones de entusiasmo en favor del canal la tuvieron también. Por la empresa brindaron los Sres. Reus y García Alonso; por la Diputación Provincial de Sevilla los señores Yeza, Iribarren y Carrascosa; por el Ayuntamiento de Écija los señores Callejo (D. Pablo), Martín, Parejo, Megia (D. Evaristo) y Roldán; por la aristocracia los Sres. Marqueses de Santaella, Marqués de Monesián y Martel; por los propietarios de fincas por donde ha de pasar el canal, los Sres. Domínguez (D. Vicente), Verdeja y Angulo (D. Juan); por la prensa los Sres. Borbolla, Molina, Santigosa y Cortés, y por la juventud ecijana su representación más alta e ilustrada, los abogados Sres. Bernasqué (D. Emilio), Castro (D. José), Pintado y Ríos. Merece especial atención el Gobernador Sr. Jimeno de Lerma, que, con fácil y correcta palabra, pronunció un discurso verdaderamente notable, objeto de unánimes aplausos.
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★CAPÍTULO LVI: EL CANAL DE ÉCIJA DE 1883, EL PARADOR DE TURISMO, ENTREVISTA A MANUEL YÉLAMO… por Ramón Freire
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