CAPÍTULO LXI (2ª PARTE): DE ALGUNOS HECHOS, SUCESOS: LA ECIJA DE LOS AÑOS 1840 por Ramón Freire
Agosto 2018
Ramón Freire Gálvez
Sigo con la segunda parte de este capítulo, dedicado a cómo se encontraba Écija el año de 1847, conforme a la publicación popularmente conocida como Diccionario de Madoz.
“Hasta el 1 de Marzo de 1837, existieron 5 hospitales civiles con rentas propias, bajo las denominaciones de San Sebastián, Concepción, Venerables, Unciones y Sta. Florentina, los cuales, a propuesta del Ayuntamiento, y por disposición de la diputación provincial, fueron refundidos en el primero (la foto de la izquierda, corresponde a la iglesia de dicho hospital San Sebastián), como el más capaz y adecuado al objeto, bajo la dirección de una junta, compuesta de los compatronos de todos ellos, a cuyo cargo corrió hasta el 19 de agosto de 1846, en que, por orden del jefe superior político de la provincia, pasó su administración y dirección a la junta municipal de beneficencia.
Esta reunión fue acertadísima, pues vendida una parte considerable del caudal de estos hospitales en 1808, apenas podían llenar, separados, las miras de sus fundadores, y a veces no daban sus escasos recursos ni aún para cubrir sus cargas. Actualmente sostiene el hospital general 48 camas para personas de ambos sexos, y su estado nada deja que desear, tanto por el buen sentido de las ropas y demás utensilios nuevos de que acaba de hacerse, como por el orden interior y económico del establecimiento, debido al incansable y filantrópico celo de la junta municipal de beneficencia, que no ha escaseado medio, ni perdonado sacrificio, hasta conseguir verlo en el estado brillante en que se encuentra.
Su caudal, que consiste en olivares, molinos de aceite, tierras de pan llevar, casas y un sin número de censos, produce la renta líquida de 26.235,06 reales, que bien administrada, bastan para cubrir sus atenciones.
La casa de expósitos (foto de la derecha corresponde a su portada), llamada la Caridad, cuya área contiene 24 fanegas de cuerda, es muy espaciosa y está incorporada a la parroquia de Santa Bárbara, ha corrido constantemente a cargo de su compatrono de sangre, que es el que ha entendido en la dirección y administración de los bienes del establecimiento, hasta que por la expresada orden de 19 de agosto de 1846, dispuso el jefe político pasase como los demás de beneficencia a la junta de este ramo, contra la cual ha alegado el patrono derechos que cree preferentes.
Tiene en la actualidad 60 niños de lactancia y 20 en despecho, ascendiendo su caudal líquido a 24.564 reales anuales, incluso una pensión que disfruta sobre el fondo de bulas, de 15.000 al año, de la cual cobra una parte con atraso, en proporción de los ingresos de dicho ramo; recoge también los expósitos de los pueblos inmediatos.
El cementerio ocupa una parte reducida de este local. Algunos individuos de dicha junta tienen el proyecto de formar un hospicio en alguno de los conventos suprimidos, habiéndolo solicitado ya del Gobierno. Hay además un establecimiento para educación y subsistencia de niñas huérfanas, el cual ha corrido bajo la dirección de varios administradores que nombraba la mitra del arzobispado de Sevilla, hasta que en 1837, a solicitud del Ayuntamiento y con conocimiento de la autoridad superior de la provincia, la tomó a su cargo una sociedad o junta de señoras que han continuado con él hasta el 19 de agosto de 1846, que lo obtuvo la junta municipal de beneficencia; en la actualidad solo existen en él 4 huérfanas y tiene de caudal líquido 7.889,01 reales.
El Hospital de San Juan de Dios (la fotografía, izquierda, corresponde a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía) es puramente para los militares; está a cargo de un contratista particular a quien el Gobierno paga las estancias con arreglo a lo pactado entre ambos; el número de estas estancias es variable, según el tránsito de tropas, existiendo constantemente 8 o 10 camas ocupadas, que se aumentan cuando hay guarnición.
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★CAPÍTULO 62 (2ª PARTE): LA ECIJA DE LOS AÑOS 1840 por Ramón Freire
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