La Feria Taurina ha sido, sin duda, uno de los grandes alicientes
de las fiestas que a lo largo de la pasada semana disfrutaron
los ecijanos. Una novillada picada, una corrida de toros y un
espectáculo ecuestre fueron la atracción para
una ciudad que año tras año aguarda estos días
para disfrutar de este mundillo tan apasionante.
El viernes 16 se desarrolló con gran brillantez la novillada,
con el principal atractivo del debut con picadores del ecijano
Miguel Raya, que tiene ya un cartel de próxima figura
del toreo. Con novillos de la ganadería de Campo Amor,
hicieron el paseíllo Fernando López ‘Currito’,
Marco Antonio Gómez y Miguel Raya, que junto al primero
fue el gran triunfador de la tarde.
Miguel Raya recibió al primero de sus astados con ganas
de triunfo, doblándose con el capote y arrancando la
primera ovación. Luego, tras brindar su faena al público,
tomó la muleta para iniciar la primera tanda de redondos
de rodillas. Varias series, con las dos manos, dejaron ver su
estilo, valentía y cabeza, porque Raya ha experimentado
una sapiencia en los últimos meses muy grande, que ya
pudimos apreciar en tardes anteriores, esas que le valieron
ser el triunfador de las novilladas de promoción de Andalucía
y también del Norte de España. Un espadazo en
todo lo alto hizo rodar a su enemigo de este viernes en el coso
de Pinichi y cobrar dos merecidas orejas.
Con el sexto novillo de la tarde, segundo de su terna, Miguel
Raya demostró ese buen hacer y saber que comentábamos.
El novillo tenía muchas dificultades. Cabeceaba y se
negaba a entrar al trapo y, aún así, nuestro joven
novillero hizo mucho que aplaudir, sacándole partido
impensable, sobre todo con la mano derecha. Brindado al alcalde
de la ciudad por el apoyo que da a las jóvenes promesas
de la ciudad y a él en concreto, Miguel Raya remató
su debut con caballos aplicándole a su novillo una estocada
de las que la retina guarda de forma imperecedera, obteniendo
como lógico premio las dos orejas de su oponente y, con
ello, saliendo a hombros por la puerta grande del coso de Pinichi.
Sus dos compañeros de terna, que encabezan el escalafón
de esta temporada, demostraron sus buenas maneras. En especial
Marco Antonio Gómez, que al quinto de la tarde, un auténtico
regalo al que tras su muerte se le dio la vuelta al ruedo, supo
exprimirlo. Rematado con una estocada entera, lo que no hizo
con el primero de su lote, cortó las dos orejas y el
rabo. Por su parte, ‘Currito’, que brindó
la muerte de su primer novillo a su compañero debutante
con picadores, dio muchas pinceladas de su buen toreo ante un
enemigo incómodo, como lo fuera luego su segundo, ambos
poco proclives al lucimiento, aunque en este último consiguió
cortar una oreja.
La tarde del sábado fue extraña en su conjunto,
con claro-oscuros muy significativos. Sin duda, para lo bueno
y lo malo, fue la tarde de José María Fijo ‘El
Ciento’, torero ecijano aunque nacido en Valencia, que
tomó la alternativa. Ante su primer toro, que abrió
la tarde, estuvo brillante con el capote y también con
la muleta, estirándose y sacando lo casi imposible, pues
tanto este toro como el resto de la tarde, ejemplares de la
ganadería de Juan Pedro Domeq, no dieron ninguna facilidad
y sí muchas dificultades. Llegó la hora de la
espada y lo que parecía a todas luces una buena estocada
se convirtió en un calvario para el torero ecijano. El
animal se resistió a la muerte como pocas veces se habrá
visto en una plaza de toros. Resultaba imposible descabellarlo
o sacarle del morrillo la espada para que José María
pudiera entrar de nuevo a matar. Al final, tras oír dos
avisos y lograr la benevolencia del presidente del coso olvidando
el reloj, consiguió acabar con la vida de su enemigo.
Ni que decir tiene que ‘El Ciento’ era un mar de
desolación, pues tras tomar la alternativa de manos de
Javier Conde, con Morante de la Puebla como testigo, esperaba
mucho más de ese estreno de luces de oro. Ni que decir
tiene que con su segundo toro, en este caso el sexto, volvió
con ganas a pisar la arena y doblarse con su astado, dando muchas
buenas sensaciones, pero también fallando con la espada,
lo que no evitó el cariñoso aplauso del respetable.
Javier Conde fue el triunfador de la tarde al cortar dos orejas
a su segundo toro, con una faena muy de cara a la galería,
con su repertorio de carreritas, posturas y demás, que
desde luego hicieron disfrutar a la mayoría del público,
que dicho de paso llenó tres cuartos de la plaza. En
el primero apenas si se dejó ver el torero malagueño,
ante un oponente insulso y complicado.
Morante de la Puebla tuvo dos actuaciones a destacar, aunque
no cobrara trofeos. Estuvo en ambos bien y hasta muy bien con
el capote y luego con la muleta dejó esbozos y algún
que otro pase de gran calidad, pero se estrelló con la
espada y el triunfo se le fue de la mano. No obstante, demostró
ese gran torero que es.
La tercera tarde de esta Feria Taurina tuvo como protagonista
al mundo de los caballos, aunque el público dio una respuesta
muy pobre, como tampoco podemos decir que los dos días
anteriores se demostrara ese tan cacareada afición. Faltó
público en el coso todos los días, lo cual no
anima a que para el próximo año podamos esperar
más tardes de toros que en la de este. Con el título
de ‘Así bailan mis caballos’, el espectáculo
ecuestre tuvo calidad y a nadie decepcionó.
Toda la Información Local
Semanal en :