El
diestro de Écija, Miguel Ángel Delgado, causó
una muy buena impresión en su corrida en Las Ventas
del Día de la Hispanidad.
Resumenes
en la prensa y video de la buena actuación de Miguel
Ángel en la Plaza de las Ventas de Madrid.
Gustó,
y mucho, Miguel Ángel Delgado, un enjuto chaval de
Écija con aromas de torero antiguo. Reúne su
clásico concepto condiciones para ser alguien, con
personalidad propia, tan necesaria en el arte. Las velas del
armado segundo eran como para alumbrar toda la Península
y ahorrar en luz. Caros fueron algunos de sus muletazos en
una faena principiada en los medios y en la distancia sobre
la zurda, con temple, verdad y torería en el remate.
Fue este toro, con el hierro de Manuela Agustina López
Flores, el mejor del conjunto. Y el sevillano lo toreó
con reposo; la muleta dispuesta por ambos pitones, con un
cambio de mano fantástico. Anduvo también por
encima del quinto, que pareció querer apuntar algo
pero nada disparó.
ROSARIO
PÉREZ / MADRID (abc)
El
segundo en el cartel, torero que liquidó segundo y
quinto, fue Miguel Ángel Delgado, de Écija.
Recibió palmas por su recibo capotero al galán,
que manseó en varas también, con derribo. Bueno,
más que derribo fue que el caballo se echó.
También para él era la última de la temporada,
también tiene derecho. Quitó garboso Saldívar
y luego Delgado brindó al público. El toro era
potable y noble aunque a menos; a la postre el mejor del festejo.
Si bien punteó el animal, Miguel Ángel aprovechó
la codicia entregada del pronto "samuel", surgiendo
cosas de gusto elegante, personal y verdadero, nada de pingüis.
Perdió mayor reconocimiento tras estocada traserísima
-increíblemente trasera- y otra mejor ejecutada.
Con
el quinto, un manso y flojo que se buscó con la boca
las banderillas como un perrete condolido, estuvieron bien
en ese tercio "El Ecijano" y Rafael Limón.
El animal parecía que podía tener algo pero
tras caerse dos veces y otras tantas amenazas de hacerlo solo
llegó el aseo en una labor irrelevante por la mansedumbre
y la falta de casta. Incluso se volvía al revés
el toro. Al descastado, el torero -que combina excelente corte
y valor sólido-, lo finiquitó con un pinchazo
hondo trasero. Delgado es torero fino, del que con más
festejos y con otro material son esperables muy buenas cosas.
Tiene avales y Dios proveerá. Tomamos nota.
Vicente
Casañ / mediaveronica.com
En
segundo lugar se lidió un toro serio, bajo, chorreado
con el hierro de Manuela Agustina López Flores. Toro
con movilidad y celo en las dos primeras series que empieza
a reponer y meterse por dentro. Muy bien Miguel Ángel
Delgado, que le cuaja una faena de buena factura, con excelentes
muletazos sobre el pitón izquierdo. Faena de argumento
y muy buen concepto. Remates muy sabrosos. Estocada muy trasera
emborrona la labor antes de dejar otra estocada entera. El
diestro de Écija fue ovacionado. Con el quinto, noble,
sin clase, bajo de raza y fuerza, Delgado volvió a
mostrar su buen concepto, plasmando muletazos sueltos de excelente
factura y queriendo hacer todo por abajo. Sin llegar a estructurarse
la faena pero con golpes de calidad y firmeza de planta. Mató
de pinchazo y media estocada.
Por
Íñigo Crespo - Aplausos
El
ecijano Miguel Ángel Delgado y el mexicano Arturo Saldívar
destacaron en la corrida celebrada en la plaza de las Ventas
en el festejo que cierra la temporada, según informa
Mundotoro.com. Se lidiaron toros de Samuel Flores, de imponente
arboladura y bajos de raza, y el resultado final fue el siguiente:
Eduardo Gallo, ovación y silencio tras aviso; Miguel
Ángel Delgado, ovación y silencio, y Arturo
Saldívar, silencio y ovación tras petición
y aviso.
Saldívar
apenas tuvo opciones con el rebrincado tercero, y destacó
con el último con una labor valerosa y muy firme. Pinchó
antes de cobrar una estocada, lo que le privó de la
oreja que tenia ganada.
Delgado,
que dejó muy buen sabor de boca en una reciente actuación
en esta misma plaza, destacó por naturales ante el
tercero en dos tandas de buena factura, y no se afligió
ante el quinto, un toro de enorme estampa y falto de casta.
El
tercero del cartel, Eduardo Gallo, sorteó el lote más
deslucido, y, además, sufrió dos volteretas
en el primero, de las que salió ileso, pero magullado
por la paliza. La primera, cuando lo recibió con el
capote, y la otra, al citarlo con la muleta en la mano derecha.
El
País
VIDEO
RESÚMEN DE LA CORRIDA:
VIDEO
EN PANTALLA GIGANTE: