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Una casa típica del siglo XVIII abrirá para Semana Santa como pequeño hotel.

El nuevo hotel, ubicado en la calle Emilio Castelar, contará con 8 habitaciones dobles y 3 suits.

 

Una casa típica del siglo XVIII ubicada en la calle Emilio Castelar está siendo restaurada para convertirse en un pequeño hotel. Los socios que llevan a cabo este proyecto, Pablo Ojeda y Francisco Ortiz, naturales de Puerto Rico, venían todos los años a la ciudad astigitana y empezaron a estudiar la idea de recuperar un inmueble de estas características.

"Es un proyecto esencialmente de restauración y recuperación histórica de una casa que ha estado cerrada y abandonada durante muchos años. Para darle rentabilidad a la inversión estamos acondicionándola como hotel ya que cuenta con todas las facilidadades para hospedar", destaca Pablo Ojeda.

Las obras del edificio comenzaron en febrero de este año y tienen previsto finalizarlas en los primeros meses de 2003 para empezar a albergar turistas en Semana Santa. A fecha de hoy, según uno de los propietarios, "hemos recuperado todo lo que eran las altadas que en la parte superior estaban tapiadas, afortunadamente tenía todos los elementos en su lugar y en esencia hemos amoldado el proyecto del pequeño hotel a la casa y no al revés".

El edificio, que es de grandes proporciones, cuenta con un patio de columnas, muy típico del XVIII, un jardín y la casa de campo. Tanto en la planta baja de la casa como en la zona de campo se están habilitando varias habitaciones manteniéndose el carácter rústico.

En concreto, serán 11 habitaciones, 8 dobles y 3 suits, con baño, aire acondicionado, calefacción y conexión a internet. La planta alta quedará para uso privado de los socios del inmueble, aunque si la demanda así lo requiere se abrirán al público 3 suits adicionales.

Las suits tienen un área de estar, una habitación y un baño. "A mucha gente le gusta tener su propia área de leer y estar con su familia, de ahí la creación de varias dependencias de este tipo", afirma Ojeda.

El hotel contará además con un salón que se está equipando como sala de conferencias y multiusos y una piscina que irá ubicada en el jardín de la casa. Aunque no habrá servicio de restaurante, el hotel contará con una pequeña cocina para atender desayuno y tapas. En este sentido, los inversores de este proyecto ponen de manifiesto "que Écija ofrece mucho y no encontramos nada lógico duplicar o tratar de competir con comercios tradicionales que son excelentes y dan buen servicio. Nuestra pretensión es que los que se hospeden aquí usen a la ciudad y que la economía mejore para todo el mundo".

Pablo Ojeda destacó que tanto su socio como él mismo han visto como la localización y la infraestructura de la ciudad es "increíble" y a pesar de ello, "encontramos que no se había reconocido el potencial de la ciudad como centro para este tipo de hotel, es decir no un hotel de pasada y comercial, sino turístico". Al respecto la pretensión de los inversores va encaminada a cambiar la mentalidad del turismo, "queremos que los visitantes de la ciudad no lleguen a Écija de paso si no que se queden varios disfrutando de todo lo que tiene esta ciudad".


Un pequeño hotel turístico en el centro de la ciudad
A juicio de los inversores en este hotel, a pesar de la buena localización de la ciudad y su infraestructura "aún no se ha reconocido su potencial". Por ello, se han volcado en este proyecto con la pretensión de cambiar la mentalidad del turismo. "Que los turistas no pasen por Écija si no que se queden en la ciudad un par de días y así crezca la economía de esta localidad", afirma Pablo Ojeda.

Información: Irene García (El Periódico de Écija)