Pepe Luis Vargas ha pasado su vida
dedicado al toreo. Durante muchos años se dedicó
a su faceta como matador y, desde hace cinco años es
el director de la Escuela de Tauromaquia que este año
ha pasado por dificultades.
La Escuela Municipal de Tauromaquia, con el ecijano Pepe Luis
Vargas al frente, ha desarrollado este año su labor,
a pesar de diversas dificultades que se han ido planteando a
lo largo de la temporada y que han motivado el descenso en el
número de alumnos. Su director, cuenta a El Periódico
de Écija, cómo se ha desarrollado el curso, cuáles
han sido estos problemas, cuáles son las ilusiones y
esperanzas de la Escuela Municipal y cómo se presenta
la próxima temporada.
- ¿Cuál es el balance de la temporada 2002/2003
de la Escuela Municipal de Tauromaquia de Écija?
- Dentro de la buena marcha de la escuela durante estos cinco
años que llevamos trabajando y que cada día está
dando más categoría en todos los aspectos hasta
llegar a ser una de las cuatro o cinco más importantes
de Andalucía, hay que recordar que éste ha sido
un año atípico porque hemos tenido muchísimas
dificultades en el desarrollo normal del curso.
- ¿Cuáles son esas dificultades a las que aludes?
- Lo más importante es que no hemos podido realizar con
normalidad lo que son las clases prácticas. Las clases
teóricas también han sufrido la alteración
de tener que estar cambiando de ubicación porque nos
echaron de la plaza de toros cuando nosotros ya teníamos
allí todo nuestro orden y nuestro funcionamiento totalmente
establecido. En resumen podemos decir que nos ha faltado normalidad,
aunque también hay que decir que lo que hemos podido
lo hemos llevado adelante de manera satisfactoria. Sin embargo,
hay que lamentarse porque sabemos que la escuela no ha podido
dar de sí lo que hubiera podido dar en una situación
normal.
- ¿Conoces los motivos por los que la Escuela Municipal
de Tauromaquia ha tenido que sufrir esta problemática?
- Es evidente que lo que ha motivado esta situación han
sido los intereses exclusivamente mercantilistas de una empresa
privada que ha llegado arrasando con todo y a nosotros nos ha
pillado justo en el medio, sin tener nada que ver.
- ¿Qué parte del proyecto del curso se ha podido
llevar a cabo sin dificultades?
- Prácticamente el proyecto se ha realizado en lo que
es el tema de enseñanza. Primero comenzamos en la plaza
de toros hasta que nos echaron. Hasta este momento pudimos realizar
las clases teórico-prácticas, pero después
nos tuvimos que trasladar al Polideportivo Municipal en el que
continuamos con la enseñanza como pudimos porque se trata
de un sitio totalmente despersonalizado para el mundo del toreo.
- ¿Cómo han influido estas circunstancias en
la situación de los alumnos de la Escuela Municipal de
Tauromaquia?
- La verdad es que hemos vivido una situación errante.
Los chicos han tenido que soportar ser como nómadas,
de un lugar a otro para poder aprender lo que estaba previsto.
Esto ha hecho, además, que esperemos con ilusión
y esperanza un sitio donde asentarnos definitivamente para poder
dar de sí lo que es capaz de ofrecer.
- ¿Han afectado estos problemas al número de
alumnos que acogía la Escuela Municipal durante la presente
temporada?
- Efectivamente. De hecho, el número de alumnos ha pasado
de más de cuarenta que teníamos al principio de
la temporada a veinte y es normal porque no hemos gozado de
una situación que sea cómoda para los chicos y
muchos se han cansado de estar de aquí para allá
porque esto no es propio de una escuela de tauromaquia. Ellos
estaban acostumbrados a una buena marcha, una buena organización
y enseñanza.
- De las actividades que se recogen dentro del programa para
el curso 2002/2003, ¿cuáles son las que se están
preparando para realizarse a corto plazo?
- Entre otras muchas cosas, por ejemplo durante este año
se ha preparado la apertura de la nueva sede social de la Escuela
de la calle Arroyo, que está a punto de ponerse en marcha
en diciembre. Podríamos decir que ésta será
la peña de los padres, de los alumnos y los aficionados,
algo que es completamente independiente a la escuela pero que
también es necesario. También tenemos en proyecto
dentro del curso la participación en el III Encuentro
de Escuelas Taurinas de Andalucía, en la Competición
Campo de Gibraltar y en la Sierra Sur, el debut de los nuevos
alumnos con picadores y la III Competición Comarcal.
- ¿Qué actividades se han visto afectadas por
las dificultades que ha atravesado la escuela este año?
- En concreto, la problemática que hemos vivido este
año ha afectado a la Gran Final de Andalucía que
se venía celebrando en Écija y que incluso se
estaba pensando en que se instituyera aquí de manera
fija. También ha afectado a otras materias como las clases
prácticas en la sede con becerras y becerros, la organización
de festejos de promoción, las V Jornadas Taurinas Ecijanas,
los eventos turísticos taurinos y las actividades en
colegios y plaza de toros con el fin de que los más jóvenes
se acerquen más a nuestra fiesta nacional.
- ¿Se va a paliar de alguna forma la falta de estas
actividades?
- Desde la escuela hemos pensado en alguna solución para
que no se queden estos huecos en el proyecto. En principio para
que no se remate el curso sin ese vacío tenemos pensamiento
de dedicar un fin de semana al final de temporada y, aunque
no se puedan desarrollar todas las actividades con la amplitud
que deberían tener, sí cubrir ese hueco. Planteamos
así tres días en los que muestren sus conocimientos
los alumnos de los tres cursos, toreando añojos, herales
y becerras. El curso de iniciación torearían becerras
el último día, el segundo curso de la escuela
sería el primer día toreando añojos y el
tercer curso torearía herales el segundo día de
estas jornadas.
- Y, teniendo en cuenta la experiencia que se ha vivido en
la escuela esta temporada, ¿cómo se afronta la
próxima?
- Nuestra principal idea es reemprender el camino que ya habíamos
andado y volver a recuperar el lugar que nos correspondía
ya, para culminarlo con la propia sede y devolver la confianza
así a todos los chavales y a todos los aficionados del
mundo del toreo. Quizá la primera cuestión a tener
en cuenta es que una escuela municipal haya estado en manos
privadas, lo que ha motivado todo lo que hemos vivido durante
el curso. Vuelvo a repetir que lo que ha motivado esta situación
han sido los intereses mercantilistas de una empresa privada.