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Excavaciones del Salón
El equipo de arqueólogos que trabaja
en las excavaciones de la plaza de El Salón de Ecija
han encontrado entre los restos de la necrópolis islámica
los vestigios de una mujer condenada a morir ahorcada, lo que
podría constituir el caso de ajusticiamiento documentado
más antiguo de la Península y uno de los primeros
de Europa.
Según explicó en un comunicado remitido el antropólogo
de la excavación, Juan Manuel Guijo, la cuerda "se
conserva en perfecto estado alrededor del cuello y el nudo corredizo
con el pulgar de la ajusticiada en la posición del último
intento de separar la cuerda de la garganta antes de morir".
Este enterramiento, que se considera un caso "excepcional",
ha sido localizado entre los 4.000 enterramientos extraídos
de la necrópolis musulmana de Ecija, de la que se han
elaborado los primeros informes aprovechando las lluvias de
las últimas semanas, que obligaron a paralizar las obras.
La excavación arqueológica de "El Salón"
está recuperando el ritmo de los trabajos tras las lluvias
de las últimas semanas que prácticamente la habían
casi paralizado por la climatología.
La arqueóloga directora de la excavación, Ana
Romo, indicó que los informes han sido realizados por
las arqueólogas Mercedes Ortega y Laura Román
contando con el apoyo del antropólogo Juan Manuel Guijo
y en ellos se han identificado "una serie de evidencias
que constituyen casos únicos o infrecuentes en el patrimonio
antropológico andaluz y peninsular".
Así, se está estudiando la morfología
de los cráneos, lo que ha permitido detectar elementos
negroides en la población inhumada. Los estudios también
se están centrado en el sexo, edad y lesiones óseas
para conocer las evidencias o similitudes de los individuos.
Los vestigios también han permitido comprobar que existía
una "solidaridad grupal" en la sociedad islámica,
pues entre los enterramientos hay casos de individuos con importantes
lesiones incapacitantes que requirieron para la supervivencia
"un entorno social o familiar de apoyo".
Asimismo, se han detectado tres casos de lepra, una de las
enfermedades mas estigmatizantes en el mundo medieval y que
marcaba al portador de por vida. Estos cadáveres "presentan
destrucciones en manos y pies que limitarían totalmente
su normal utilización".
Otra de las enfermedades típicas de la época
islámica y que está documentada en el cementerio
árabe de "El Salón" es la tuberculosis,
ya que algunos individuos estaban afectados en vértebras
(Mal de Pott), y en la cara visceral de diversas costillas.
Esta enfermedad, según el antropólogo, alcanza
su mejor medio de difusión en los ambientes donde existe
una importante agrupación humana o hacinamientos, "lo
que confirma, además de por el importante número
de enterramientos, una densidad poblacional muy importante".
En cuanto a la violencia, además del ahorcamiento se
han documentado "traumas craneales" y otras lesiones
importantes como la de un caso en la fosa común en el
que diversos elementos del tórax (costillas y vértebras)
están atravesados por una punta de lanza que se encontraba
en el interior del cuerpo del individuo cuando fue inhumado.
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