Las
intensas precipitaciones acaecidas en las últimas horas
en Écija, no produce incidencias gracias a la limpieza
del Argamasilla.
La
ciudad de Écija ha salvado esta noche sin incidencias
reseñables las fuertes precipitaciones que han castigado
a la provincia, toda vez que para la ciudad astigitana, los
últimos otoños y primaveras han estado marcados
por las espectaculares inundaciones derivadas del desbordamiento
del tramo entubado del arroyo Argamasilla, que cruza el casco
urbano, y las crecidas del río Genil. Las labores de
limpieza acometidas en el tramo entubado del arroyo Argamasilla,
según ha informado a Europa Press el alcalde de Écija,
Ricardo Gil Toresano (PP), han permitido una correcta evacuación
del agua pese a que "ha llovido bastante" esta última
noche.
El alcalde
ha explicado que pese a la fuerza de las precipitaciones,
que a partir de las 00,00 horas de este jueves cayeron con
"bastante" intensidad sobre la localidad astigitana,
los sistemas de evacuación de agua "han funcionado
bien", sobre todo gracias al estado en el que se encontraba
el tramo entubado del Argamasilla que, a través del
subsuelo, cruza el casco urbano de Écija.
EL DESVÍO DEL ARGAMASILLA
A tal
efecto, el primer edil ha explicado que la ciudad espera la
conclusión, en 2012, de las obras de desvío
y encauzamiento del arroyo Argamasilla, promovidas antaño
por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
(CHG), heredadas por la Agencia Andaluza del Agua y ahora
nuevamente a cargo de la institución nacional a cuenta
de reversión al Estado de las competencias relativas
a la cuenca del Guadalquivir.
No obstante,
Gil Toresano ha señalado que el arroyo Argamasilla
había sido ya objeto de dos inspecciones, en julio
y septiembre, para comprobar que su tramo entubado estaba
limpio y despejado para la temporada de lluvias, pues los
residuos y suciedad acumulados en la conducción motivaron
fuertes inundaciones el pasado otoño. Igualmente, el
primer edil ha defendido la necesidad de someter a un dragado
el cauce del río Genil comprendido entre el puente
de la autovía y el puente romano, al objeto de proteger
a la ciudad de las tradicionales crecidas de este afluente
del Guadalquivir.