Partido Andalucista, Andalucismo XXI, y Alternativa Nacionalista
son las tres candidaturas que optan a la secretaría general
del PA en su XIII congreso, que tendrá lugar a principios
de diciembre. Las tres opciones abogan por la unidad y el reforzamiento
del partido, pero ninguna parece querer ceder en sus planteamientos.
El PA llega a su decimotercer congreso nacional nuevamente
dividido, como en el año 2000, pero con varios elementos
nuevos. El más destacado es que ya no forman parte del
Gobierno de la Junta, desde que el pasado marzo el PSOE prescindiera
de esta formación al obtener mayoría absoluta.
Atrás quedaron ocho años de gobierno de coalición
y un protagonismo institucional que benefició al partido
en crédito electoral en las municipales.
Otra circunstancia es la ausencia de nuevo de Pedro Pacheco,
que salió del PA recién acabado el XII congreso
-también celebrado en Torremolinos, como el próximo-
y que fundaría un nuevo partido, el PSA (con las viejas
siglas andalucistas). Tampoco estarán en primera línea
Alejandro Rojas Marcos, fundador histórico del andalucismo,
y que meses atrás anunció su renuncia a cualquier
cargo del partido. Dimitió de la presidencia de honor
para dejar el camino libre a Antonio Ortega, el actual líder
y aspirante a la reelección como secretario general.
Pero el secretario general del PA no es el único candidato.
Ortega vuelve a tener como contrincante en este cónclave
a Julián Álvarez, que fuera alcalde de Écija
e hijo de otro histórico andalucista. El PSOE le arrebató
la Alcaldía en las últimas elecciones municipales.
Al secretario general se le suma, además, un nuevo rival
que aglutina a un grupo de descontentos con su labor. Se trata
de Carlos Bautista, que fuera eurodiputado del PA y después
delegado de Turismo de la Junta en Málaga.
Discrepancias
Álvarez ofreció a Bautista unir sus candidaturas,
pero tal posibilidad no será real por la negativa del
candidato de Alternativa Nacionalista. En declaraciones a este
diario, Bautista reconoció que también Ortega
le ofreció la unión, pero rechazó ambas
propuestas «porque entonces nuestra voz, que queremos
que se oiga en el Congreso, sería acallada por el aparato
del partido».
Por tanto, en estos momentos hay tres candidaturas oficiales
que se autoproclaman con posibilidades de ganar. En esta batalla,
Ortega, con su candidatura Ahora sí, Partido Andalucista
se atribuye la victoria tras la elección de delegados.
El recuento de apoyos y no el contenido de las diferentes propuestas
son el alma de la verdadera lucha andalucista previa al cónclave.
De hecho, Andalucismo XXI, encabezada por Julián Álvarez,
y Ahora sí, del actual líder, no se ponen de acuerdo
con las cifras. Esta misma semana, mientras Álvarez afirmaba
contar con el apoyo de entre 266 y 294 delegados, frente a los
194 o 244 que daba a Ortega, el actual secretario general del
PA presentaba unas cifras que le daban mayoría de apoyos
en todas las provincias menos Sevilla, con 290 delegados mostrando
su intención de reelegirlo para el cargo.
Hasta el congreso de los días 3 al 5 diciembre no se
podrá saber a qué candidato le bailaron los datos,
pero la reacción de ambas facciones a lo que, según
Eloísa Vías, portavoz de Ahora sí, Partido
Andalucista, es una «guerra de cifras» iniciada
por Álvarez, demuestra que el debate interno puede ser
calentito.
Esto es así porque, a raíz del anuncio de sus
apoyos, la candidatura de Álvarez aconsejó a Ortega
que se retirase por haber sido «derrotado» en la
elección de delegados, y los partidarios del actual secretario
general no se lo tomaron como un buen consejo.
«Nos suena a miedo»
«No sólo pensamos que tenemos el apoyo mayoritario
y, por tanto, acudiremos al congreso, si no que la petición
de Andalucismo XXI nos suena a miedo de enfrentarse con nosotros»,
apuntó Vías.
Por su parte, Isabel Donado, portavoz de la candidatura de
Álvarez, repitió que la retirada de Ortega daría
unidad al congreso para centrarse en mejorar el partido y ser
una alternativa fuerte.
En cualquier caso, el actual secretario general ya dejó
claro que no incluirá en su lista a ningún miembro
de otras facciones si es reelegido, y Andalucismo XXI tampoco
parece muy dispuesto a permitir intrusiones.
Todo esto demuestra que algo se mueve dentro del Partido Andalucista
y que quienes quieren un cambio real se encuentran en las bases,
que animan al surgimiento de candidaturas para renovarse.
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