Condenados
en Écija por la muerte de un obrero al caerle encima
una placa de hormigón.
Dos empresarios
y una técnico de seguridad han sido condenados a seis
meses de cárcel y a pagar 311.258 euros de indemnización
por la falta de medidas de seguridad en una empresa donde
murió un trabajador aplastado por una placa de hormigón.
El accidente
ocurrió el 13 de noviembre de 2007 en una empresa de
Écija (Sevilla) dedicada a la fabricación de
hormigón, cuando el trabajador Francisco Javier G.M.
estaba cargando placas de unas cuatro toneladas de peso en
un camión con ayuda de una grúa instalada en
la nave, según la sentencia.
Explica
la sentencia que los trabajadores colocaban las placas sobre
el camión mediante unos ganchos, que luego descolgaban
con ayuda de una escalera, pero el día del accidente
el fallecido desenganchó mal uno de los anclajes, lo
que hizo que la placa de hormigón, sujeta por un solo
extremo, basculara, se partiera y cayera sobre él.
Los condenados
son los hermanos F.J.G.T. y P.G.T., dueños de la empresa,
así como la técnica de seguridad I.R.C., que
diseñó la evaluación de riesgos laborales
de la empresa.
La sentencia
del juzgado penal 4 precisa que el Plan de Seguridad de la
empresa no contemplaba ni describía el trabajo que
motivó el accidente más que de una forma "muy
escueta" ni proponía un método de trabajo
que previese siniestros como el acaecido.
Los empresarios,
por su parte, no dieron cursos de formación de gruístas
y ayudantes, añade el juez.
Aunque
la defensa de los acusados apeló a una imprudencia
del propio fallecido, el veredicto dice que no es esa la cuestión
principal que se ventila en el caso, sino que la forma de
trabajar no era la "correcta y segura", pues la
empresa no impartía cursos de formación, no
existía un protocolo de actuación y el obrero
permanecía en la caja del camión durante la
descarga.
La sentencia
absuelve al trabajador Manuel P.S., que manejaba la grúa
y elevó los ganchos cuando su compañero se lo
dijo, pues no tenía nada que ver en "la operativa
de realización del trabajo y no consta que estuviera
en posición de ver lo que ocurría de antemano"
ni que él tuviera que comprobar el estado de los ganchos.