Si
Dios existe, ¿cómo permite desastres naturales
, que tanto sufrimiento causan? por Rafael
González Martín
Este
fin de semana, he estado dando un pequeño retiro a
una hermandad y a un grupo de personas. Lógicamente
no faltó la pregunta que muchos nos preguntamos: Si
Dios existe, ¿cómo permite estos desastres naturales,
que tanto sufrimiento causan?.
Sin duda
alguna, está ha sido la pregunta, que más veces,
he escuchado durante todo el fin de semana. No solamente en
personas creyentes, sino en personas no creyentes.
Mi respuesta
es muy tajante: Si Dios existe y tiene poder para impedir
que pasen estas catástrofes y no lo impide, ese Dios
es un criminal, un asesino y lógicamente tenemos que
temerle y hasta alejarnos de él. Y no vale aquí
el argumento teológico fácil de que Dios es
un Misterio. Un "Misterio cruel", por muy Misterio
que sea.
Lo que
pasa, es que Dios, no es como nosotros nos lo imaginamos,
es decir, con poder para impedir que pasen estas catástrofes.
Mi convicción es que el poder de Dios no es tan omnipotente
y todopoderoso, no puede ser, como nosotros nos lo imaginamos
y como nos lo han enseñando.
Nosotros
los cristianos lo que creemos es en el Dios de Jesús.
Y el Dios Padre que Jesús nos presenta es un Dios omnipotente
y todopoderoso en AMOR. Y es a través del AMOR al prójimo,
como podemos conocer al Dios de Jesús. Pues, el mismo
Jesús nos lo dice: "Nadie conoce al Hijo más
que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar”. ... (Mt 11, 25-27;
Cf. Lc 10, 21). El Dios de Jesús nos habla en nuestra
conciencia, sobre el bien o el mal de nuestro comportamiento.
Porque, de nuestro estilo de vida depende la construcción
de su Reino.
En definitiva.
Dios es la trascendencia. Lo único que sabemos es que
el mundo, el planeta, la naturaleza, todo eso es como es.
Y no podemos saber si existe algún responsable de que
pasen estas cosas. Aunque creemos que la vida viene de Dios.
Así
veo yo la cuestión, de otra manera es meternos en un
callejón sin salida, en el que nos encontraremos con
un Dios maldito, que nos va a tener asustado y con miedo toda
la vida. Maldita se la hora en la que nos lo enseñaron
así.
Dios lo
que nos llama es en estos momentos a ayudar al pueblo japonés.