La Consejería de Cultura adquirió a lo largo
de 2004 más de 200 obras de arte –entre pinturas,
dibujos, cerámicas, fotografías, obra gráfica
y elementos de vestuario– destinadas a incrementar las
colecciones de los museos andaluces de titularidad estatal aunque
gestionados por la Junta. Por tal concepto invirtió un
total de 497.691 euros. Estas adquisiciones se han realizado
tanto por compra directa como por ejercicio del derecho de tanteo
en las subastas públicas.
Para el Museo de Bellas Artes de Sevilla se han destinado el
lienzo San Jerónimo Penitente en su estudio, de Sebastián
de Llanos Valdés (Sevilla, 1605-1677), por 90.000 euros;
el dibujo Plaza Mayor de Écija de Adrien Dauzats (Burdeos,
1804-1868), por 4.408 euros; La última cena, de Francisco
Varela (Sevilla, 1580/85-1645), adquirido por 42.262 euros;
la tabla Niño Jesús de Roelas (Sevilla, 1558/1560-1625),
y el óleo Virgen del Rosario de Juan de Uceda, al precio
de 34.872 euros.
Para el Artes y Costumbres Populares se ha adquirido un lote
de elementos de vestuario femenino del siglo XIX por importe
de 4.505 euros y 66 benditeras de cerámica por 22.000
euros.
Conozcamos algo más
• Plaza de España, "El Salón"
Está ubicada cerca del foro que fue de la romana "Astigi",
donde todavía permanecen "in situ" un espléndido
conjunto de mosaicos. Arquitectónicamente es un despliegue
monumental de iglesias y miradores, donde destacan los barrocos
de Peñaflor y Benamejí, del siglo XVIII, así
como el mirador de San Francisco, junto a la sobria portada
conventual labrada en piedra y perteneciente al barroco del
siglo XVII. Domina el espacio la altiva espadaña franciscana,
plena de azulejería recortada sobre la leve arquitectura.
La Plaza Mayor de Écija fue cantada por el ecijano LUIS
VÉLEZ DE GUEVARA en su obra "El Diablo Cojuelo"
como "la más insigne de Andalucía".
Quien fue el autor de la obra
de arte, Adrien Dauzats
Fue pintor francés que se enamoró de Xàtiva.
Era un viajero que estuvo en la ciudad en dos ocasiones y en
su diario habló de Xàtiva como una gran ciudad
monumental.
Fue calificado en su época como un pintor romántico,
de paisaje y arquitecturas y uno de los dibujantes más
hábiles de su tiempo. Además fue un viajero infatigable
que recorrió Egipto, Siria, Palestina y Argelia además
de Francia, Inglaterra, Alemania, España y Portugal,
y estuvo dos veces en Xàtiva, donde quedó enamorado
de la monumentalidad de la ciudad y dejó dos apuntes
de aquello que más le gustaba.
Adrien Dauzats nació en Burdeos en 1804 y murió
en París en 1868. Calificado como uno de los más
interesantes entre los pintores románticos menores de
la escuela francesa, pasó en España más
de quince meses, desde principios de 1836, -en un continúo
viajar por todo el mundo-, en una época especialmente
cargada de acontecimientos, en pleno bullicio de las guerras
carlistas que entorpecieron en varias ocasiones sus viajes artísticos.
Había acompañado a España al Barón
Taylor, escritor y pintor, administrador de la Comedia Francesa,
que gozaba de la confianza del rey Luis Felipe y que había
sido encargado por él de comprar en este país
una colección de cuadros, con el fin de dar a conocer,
y otorgar mayor importancia a la escuela pictórica española.
De hecho la «Galeríe Espagnole», expuesta
en el Louvre desde 1838 hasta 1848, debió de tener una
honda influencia en la joven pintura francesa.
Por ese motivo Dauzats hizo varios viajes por Castilla-La Mancha,
Andalucía y Comunidad Valenciana, aprovechándolos
para dibujar, «casi al vuelo», monumentos, paisajes,
y todo aquello que le atraía de los lugares que visitaba.
Sus dibujos y acuarelas, de gran espontaneidad, y precisamente
por ello superiores a los cuadros acabados que presentó
después en los Salones de París, fueron subastados
y dispersados después de su muerte.
Afortunadamente se conserva en parte sus «Diarios de Viaje»,
con los muchos dibujos que trazaba al margen del texto, de los
cuales de uno de ellos que se conserva en la Biblioteca de Arte
de la Universidad de París, proceden los dos apuntes
de Xàtiva.
Dauzats pasó cuatro veces por la Comunidad Valenciana,
deteniéndose en Xàtiva durante sus dos últimas
excursiones en febrero y marzo de 1837. La segunda de ellas
fue casual, y agitada: cuando Dauzats iba de Madrid a Valencia
para embarcar definitivamente hacia Francia las incursiones
carlistas, que cortaron la carretera directa, le obligaron a
dar la vuelta por Xàtiva, abandonada por las autoridades,
y donde en espera de las tropas carlistas, reinaba una gran
confusión.
En cambio la visita anterior fue más larga y fructífera.
Al llegar de Andalucía por vía marítima
(la más rápida y segura en aquellos momentos),
hasta Alicante, siguió hacia Valencia por la ruta interior,
por Elda, Villena, Montesa (cuyo castillo le inspiró
un precioso dibujo), Xàtiva y Alzira.
El «Diario» de Dauzats, en general muy sobrio, insiste
sobre los monumentos de Xàtiva y la grata impresión
que le produjeron. Alude a los retablos góticos de la
Colegiata y de las distintas Ermitas. Elogia los palacios antiguos,
con sus columnas de mármol y las puertas adornadas de
hierros forjados, que le recuerdan los que había admirado
en Barcelona. Y sobre todo le encantan las palmeras, la Alameda
y la abundancia de las fuentes (algunas de ellas termales»
según manifiesta. Los dibujos que plasmó retratan
precisamente estos aspectos; las palmeras de aquella época,
las fuentes y los palacios señoriales, que constituyeron
toda una atracción para este romántico pintor
a su paso por la ciudad.