La
Economía global
en el siglo I. Hornos que se encontraban en el triángulo
formado por Sevilla Écija y Córdoba. (Artículo
de Luís Sánchez Moliní).
Antes
de acoger el Hospital de las Cinco Llagas, el solar donde
actualmente se levanta el Parlamento de Andalucía dio
suelo a un alfar (fábrica cerámica) cuyos productos
alcanzaron lo que, por entonces, eran los límites del
mundo conocido, un ejemplo de economía global y competitividad
en estos momentos en los que España y Andalucía
buscan con insistencia el llamado "cambio de modelo productivo".
Aunque
las obras realizadas para la construcción del Hospital
en el siglo XVI supusieron la destrucción de muchos
restos con probable interés arqueológico, sí
sobrevivieron, debido a su profundidad, importantes restos
de un alfar de la segunda mitad del siglo I de nuestra era
que "exportó sus producciones aprovechando la
navegabilidad del río", según Bernardo
Escobar, jefe de Negociado de Prensa del Parlamento con formación
de arqueólogo, quien está difundiendo el importante
trabajo que realizó Miguel Ángel Tabales durante
las excavaciones que se realizaron durante la pasada década.
Restos
de las ánforas -producto estrella- elaboradas en este
alfar sevillano se han localizado en Francia, Suiza o Viena.
Es decir que llegaron a cerca de los limes del Imperio Romano.
Gracias a los sellos con los que se marcaba cada una de estas
piezas, normalmente con las iniciales del gestor o propietario
de la fábrica (y que han sido estudiados por el profesor
de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas),
se han localizado ejemplares de ánforas sevillanas
en lugares como Augst (Suiza), Sainte Colombe (Viena), Ehl
(Alsacia) y, por supuesto, Roma. No es de extrañar
esta internacionalización del producto si se tiene
en cuenta que en su interior viajaba el aceite de la Bética,
el más preciado en el mundo romano. También,
aunque en menor medida, las ánforas de lo que hoy es
el distrito Macarena sirvieron para el almacenamiento y transporte
del vino.
Miguel
Ángel Tabales descubrió en sus excavaciones
en los patios del Cardenal, de la Fuente y de las Flores un
complejo industrial compuesto por tres hornos y dependencias
vinculadas a la producción. ¿Por qué
en este lugar? La zona donde actualmente se levanta el Parlamento
de Andalucía estaba en el siglo I relativamente lejos
de la ciudad romana (que acababa en lo que hoy es Santa Catalina
en su extremo norte), por lo que se podía montar una
industria sin molestar a los vecinos, algo que los romanos
ya tenían legislado. Además, la cercanía
al río Guadalquivir (que en aquella época sólo
estaba a unos 50 metros) proveía a la factoría
del agua y de las arcillas necesarias, además de ser
una importante vía de comunicación. La cercanía
del alfar a la calzada que conducía a Mérida
también tuvo que ser un factor importante.
Los hornos
industriales encontrados, que se enterraron de nuevo tras
su estudio debido a que no se podía garantizar su conservación,
son tres piezas de gran importancia. "Son de planta circular
y un pilar central en la cámara abovedada de fuego
que sostiene la parrilla, sobre la que se sitúa el
material cerámico para su cocción", indica
Bernardo Escobar, quien se refiere a las investigaciones de
Tabales. Al parecer, dichos hornos eran los más frecuentes
en Hispania, y especialmente en el triángulo formado
por Sevilla Écija y Córdoba. "Las piezas
podían estar cociéndose durante unos 15 ó
20 días, tras los cuales se rompía la bóveda
para sacar el material, y así se iniciaba de nuevo
el proceso".
Pero no
todo fueron ánforas, ya que la elaboración de
éstas era estacional, "fabricándose en
época de cosecha y producción de aceite o vino".
El resto del año la fábrica se empleaba en la
elaboración de otros materiales más modestos
y de alcance local, como tégulas (tejas), ladrillos,
jarras, lebrillos, morteros, cuencos, platos tapaderas. Estos
materiales de construcción o piezas de menaje se encuentran
abundantemente en las excavaciones que se realizan en la ciudad.
"Según el profesor García Vargas, el cese
de la producción de este alfar está relacionado
con la reestructuración de la economía tras
la crisis económica imperial del siglo III de nuestra
era, que siguió al agotamiento de la plata en Riotinto".