Écija
nombra Hijo Adoptivo a D. Esteban Santos Peña, Arcipreste
Honorario Vitalicio de la ciudad.
EL
Salón de Actos del Palacio de Benamejí acogió
anoche el entrañable acto de entrega del Diploma acreditativo
como Hijo Adoptivo de Écija al sacerdote D. Esteban
Santos Peña, sevillano de nacimiento y ecijano de adopción.
El título
de Hijo Adoptivo o Predilecto, la más alta distinción
que otorga la ciudad, se reserva a quienes desde la sencillez,
la humildad y la capacidad de sacrificio por los demás,
llegan a ser ilustres, sin proponérselo.
Esta
distinción como Hijo Adoptivo de D. Esteban Santos
Peña fue solicitada por el Consejo General de Hermandades
y Cofradías de Écija por ser uno de los sacerdotes
de la ciudad que ha ofrecido su vida a la enseñanza,
interviniendo en la educación de cientos de ecijanos
a lo largo de su amplia trayectoria vital. De hecho, han sido
50 años dedicado a su Parroquia, Santa María,
y a su Colegio, el Colegio Santa María Nuestra Señora.
Don Esteban,
durante muchos años Arcipreste de Écija, ha
visto pasar por su Iglesia a varias generaciones de una misma
familia. Fue ordenado sacerdote en 1950 y sus primeros años
como párroco los pasó en la vecina localidad
de El Rubio. En 1959 llegó a Écija, donde se
estableció como párroco de las Iglesias de Santa
María y Santa Bárbara, y donde ayudó
a crear, entre otras, las Hermandades de Jesús Sin
Soga o la Sagrada Mortaja; además de ser director espiritual
de la Hermandad del Cautivo, con sede canónica en su
parroquia de Santa María.
Ahora
Don Esteban disfruta de su retiro entre las estanterías
repletas de libros del archivo de Santa María, con
vistas al patio-museo de la parroquia, el primero de los museos
arqueológicos sacros que hubo en la ciudad y cuyo promotor
fue él mismo.