150 años han pasado desde que a mediados del siglo XIX
llegara a la ciudad la que hoy es imagen titular de la Hermandad
de la Sangre de la Parroquia de Santa Cruz y una de las de mayor
devoción en la localidad, y cuyas actividades de celebración
tuvieron lugar este sábado.
Obra del autor Antonio Díaz Poz y perteneciente a la
escuela sevillana del siglo XVIII, Nuestra Señora de
los Dolores de la Parroquia Mayor d Santa Cruz, celebra este
sábado los 150 años desde su llegada a Écija
con distintos actos con los que su Hermandad quiere conmemorar
esta importante fecha.
Desde las 8.15 de la tarde del pasado sábado, los hermanos
iniciaron su traslado desde su iglesia hasta el C.P. San Agustín
donde se realizó una misa en el Interior del patio, tras
la cual inició el regreso a su templo.
El antiguo convento de San Agustín, situado antes de
su derrumbamiento en 1856 en el lugar donde se ubicará
el monumento a la imagen en la calle Málaga, fue, según
los estudios, el primer sitio donde a su llegada en 1853 residió
la Virgen de los Dolores, de ahí que en esta parte de
la ciudad se le tenga tanto fervor. El colegio San Agustín
construido muy cerca de allí, lleva este nombre como
recuerdo al convento, motivo por el cual la Hermandad eligió
este lugar para organizar la misa además de, por supuesto,
ser la zona donde más devotos tiene.
Los actos conmemorativos se iniciaron el viernes, cuando los
niños del colegio público hicieron una ofrenda
floral para que la Virgen lleve sus flores el día de
su traslado.
Ya el sábado, las actividades continuaron con una procesión
de Gloria de la imagen que, desde la Parroquia de Santa Cruz,
recorrerió las calles José Canalejas, Puerta Palma,
Saltos y Zamorano hasta llegar al colegio público. Tras
la misa se inició el camino de vuelta por la calle Málaga,
donde se inauguró y bendijo un monumento en bronce en
honor a la Virgen de los Dolores, para seguir por la Avenida
de los emigrantes, Colón y La Calzada, volviendo a su
templo de nuevo por José Canalejas.
Sin embargo, antes, a la 13.00 horas, tuvo lugar el acto principal
de esta conmemoración, cuando la Hermandad inauguró
en el colegio San Agustín una obra social cedida al AMPA
del centro, consistente en una aula de informática completa
con seis nuevos ordenadores que unidos a los cuatro con los
que ya contaba, conforman un moderno aulario, cuyo nombre será
el de ‘Virgen de los Dolores’. Más de un
año y medio de trabajo se esconde tras esta aportación
de la que los miembros de Santa Cruz se sienten muy orgullosos
y sobre el que giran el resto de los actos de este día,
indicó Ramón Freire Freire
Según destacó el hermano mayor de la Hermandad,
Francisco Mateo, aunque con los actos se celebran los 150 años
de la llegada de la imagen a la ciudad, “se festeja sobre
todo, una conmemoración a la Virgen, a la que nunca se
le había hecho nada, aunque lo principal es la entrega
de nuestra obra social”.
De esta forma, el San Agustín se convierte en el primer
centro público en contar con un completo y moderno aula
de informática capaz de dar cobertura a los 400 niños
que en él estudian.
Muchas han sido las personas que durante esta semana se esforzaron
para que el desarrollo procesional fuera perfecto. Así,
aunque se pidió colaboración a los vecinos para
engalanar las calles por donde se pasaría, la Hermandad
también se encargó por su cuenta de la decoración
en todos los lugares, excepto en la calle Málaga, cuyas
dimensiones lo impedían.
Además, al procesionar en gloria se ha tenido que proceder
al desmantelamiento del Palio y otros elementos, en cuyo trabajo
se han empleado varios hermanos toda la semana, así como
en la colocación de su corona de resplandor que lucirá
este día.
Reseña artística
La Imagen de la Santísima Virgen es obra de Antonio
Díaz Poz en 1.853 y la orfebrería del paso de
palio de Villarreal. Posee una saya roja de Ojeda, otra blanca
de N.H. Fernando Sánchez Rosado y otra donada por las
camareras. Los faldones son obra de Rosado. El palio que porta
la imagen es de terciopelo granate y el manto de terciopelo
morado, que combina bordados en oro del siglo XVIII y recortes
de tisú de oro según diseño de Joaquín
Ojeda. En el frontal, la Imagen en plata de ley de San Agustín.
La peana realizada de los respiraderos de su paso antiguo.