La sofocante jornada de calor que vivió ayer Sevilla convirtieron este día en el más caluroso desde que comenzó el verano, al haberse registrado una temperatura máxima de 43,5 grados centígrados a la sombra. Esta elevada temperatura, que tendrá su replica con las máximas previstas para hoy, con temperaturas similares, dará paso a partir de mañana a un ligero respiro para los termómetros.

No obstante, los meteorólogos advierten de que, pese al previsto descenso en dos o tres grados, no habrá un descenso brusco de las temperaturas a principios de la semana, sino que éstas seguirán rondando el umbral de los 40 grados centígrados e incluso estas cifras pueden superarse en el interior del valle del Guadalquivir, sobre todo en localidades como Écija.

La bajada leve de las temperaturas está motivada por la entrada de vientos de componente Oeste, que harán descender los efectos registrados durante este fin de semana por la masa de aire caliente sahariano, que ha obligado a la declaración del nivel de alerta amarillo en Sevilla.

Durante la jornada de ayer se registraron unas temperaturas máximas de 43,5 grados centígrados a la sombra en el observatorio del Aeropuerto de San Pablo, según los datos facilitados por el Centro Meteorológico de Sevilla, cuyas previsiones para el día de hoy contemplan unas temperaturas bastante similares a las de ayer.

En los observatorios de Morón de la Frontera y Écija, se registraron prácticamente las mismas temperaturas: 43,1 y 42,9 grados, respectivamente.

Estos datos convierten a la jornada de ayer en la más calurosa de todo el verano, ya que en el otro episodio de calor producido este año, a finales del mes de junio, la máxima contabilizada fue de 42,1 grados, correspondiente al día 27.

En los dos últimos días, la nubosidad que ha reducido considerablemente los efectos negativos de la masa de aire caliente sahariano, con lo que los termómetros se mantuvieron por debajo de los 42 grados gracias al efecto sombrilla de las nubes.

A pesar de las elevadas temperaturas registradas ayer y las que se prevén para hoy, todavía quedan muy lejanos los 45,2 grados que se registraron el 1 de agosto de 2003, el máximo valor que se medía en la capital hispalense desde la década de los 90. Además, el verano pasado Sevilla registró la peor ola de calor desde hacía años, al superarse durante un total de 16 días -entre el 29 de julio y el 14 de agosto- temperaturas máximas que siempre superaron los 40 grados. De cualquier forma, el día que ostenta el récord, como más caluroso de la historia de Sevilla, fue el 23 de julio de 1995, día en el que los termómetros alcanzaron la estremecedora cifra de 46,6 grados a la sombra.

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