El consejo de cofradías de Écija, en nota de prensa,
muestra su malestar por las ofensas realizadas por la actuación
de un cuarteto en el carnaval de Écija.
El
Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad
de Ecija, quiere mostrar su más absoluto malestar por la
actuación llevada a cabo durante las pasadas fiestas de
Carnaval por el cuarteto llamado LOS QUE SE ENCONTRARON EN UN
HUERTO Y SE LO LLEVARON MUERTO.
Consideramos que fue totalmente desafortunada, tanto por su atuendo,
imitando hasta el más mínimo detalle a Imágenes
Sagradas que procesionan en nuestra Semana Santa y que gozan de
gran devoción y fervor en nuestra Ciudad, así como
por la puesta en escena e incluso por las letras. En su conjunto
tenemos que manifestar que su actuación era claramente
ofensiva para cualquier cristiano en general, y muy particularmente,
para los miembros de nuestras Hermandades, y ante esto el Consejo
de Hermandades no puede permanecer impasivo.
Entendemos que el Carnaval es fiesta propia para el divertimento,
e incluso para el exceso, y esto es socialmente tolerado por todos,
pero esa tolerancia no puede ser, en ningún modo, aprovechada
para realizar ofensas directas contra los creyentes de una religión,
en nuestro caso la Cristiana, que la profesan la inmensa mayoría
de Ecijanos. El hecho de que los Cristianos seamos por naturaleza
y educación personas tolerantes y pacíficas, no
puede significar que tengamos que aguantar, sin la más
mínima reacción ataques tan foribundos a nuestros
más profundos sentimientos. No creemos, por ejemplo, que
para divertirse, haya que representar la imagen de Cristo con
un pañal. Eso únicamente sirve para ofender a personas
que no se lo merecen por el simple hecho de ofenderlas. Pensamos
incluso que la actuación de dicho cuarteto, puede ser constitutiva
de delito tipificado en nuestro Código Penal, porque como
decimos, el Carnaval no puede significar otorgar a nadie una patente
de corso para atacar sin ton ni son a todo el que le plazca, y
menos a una confesión religiosa (cualquiera de ellas),
expresamente protegidas por nuestras leyes contra ataques de este
calibre.
También debemos mostrar nuestra preocupación y pesar
porque la mayoría de los componentes de dicho grupo son
miembros de nuestras propias Hermandades. La autocrítica
siempre es importante y positiva y esto nos lleva a pensar que
algo debemos de estar haciendo mal, cuando de nuestro propio seno,
emergen personas dispuestas a atacar nuestras más arraigadas
creencias con una falta total y absoluta de respeto para sus propios
hermanos. Desde el Consejo de Hermandades vemos esto como un toque
de atención importante que nos llevará a revisar
nuestros programas de formación para definitivamente inculcar
a nuestros hermanos los valores más elementales de nuestra
confesión, y principalmente, el escrupuloso respeto a nuestras
propias convicciones.