El informe, realizado por los responsables arqueológicos,
señala que la estructura hidráulica desmontada
“no es excepcional ni singular” y ofrece “bajo
interés desde el punto de vista de su musealización”.
La Comisión de Patrimonio de Écija ha informado
de modo favorable el informe arqueológico preliminar
sobre el desarrollo de la tercera fase de las excavaciones realizadas
en El Salón, y en concreto el proceder seguido respecto
a la estructura hidráulica (o impluvium) aparecido y
ya desmontado en la zona donde se construye el aparcamiento
subterráneo.
La Comisión de Patrimonio, que está compuesta
por representantes del Ayuntamiento, las asociaciones conservacionistas
de la ciudad y los técnicos, informa favorablemente el
informe de actuaciones y hace constar que “en el transcurso
de la ejecución de la fase III de la intervención
arqueológica en el entorno de la Plaza de España
se ha recibido en todo momento puntual información del
desarrollo de la misma, considerándose que los trabajos
se han llevado a cabo con una metodología adecuada y
un gran rigor científico, siempre bajo la supervisión
del Arqueólogo Inspector de la Consejería de Cultura”
Esta resolución fue entregada, junto al informe arqueológico
al que hace referencia, a los medios de comunicación
de la ciudad en una rueda de prensa ofrecida por los portavoces
del equipo de gobierno municipal, Fernando Martínez y
Salvador Bustamante. Este último manifestó que
con ello se demuestra “el tratamiento desenfocado y tendencioso”
que sobre esta actuación viene realizando un medio de
información local.
Por su parte, Fernando Martínez señaló
que “en todo momento se ha respetado lo que marca el buen
hacer arqueológico, se ha llevado con rigor y seriedad,
a la vista y a la luz pública y con el control que se
iba marcando por la Consejería de Cultura a través
del arqueólogo inspector”, para concluir que “todo
lo demás que se diga es un burdo intento de sembrar confusión,
cizaña y, en última instancia, de querer paralizar
la obra de construcción del parking” en la plaza
de El Salón.
Informe arqueológico
El informe arqueológico preliminar sobre el impluvium
señala que la estructura hidráulica objeto del
informe ha sido documentada y desmontada dentro de las actuaciones
comprendidas en esta tercera fase de excavaciones de El Salón,
autorizada por resolución dictada por el Director General
de Bienes Culturales de fecha 11 de agosto de 2004.
La estructura en cuestión se detectó y comenzó
a documentarse el 22 de septiembre, siendo presentada a la opinión
pública ecijana en conferencia abierta organizada por
Amigos de Écija el pasado 22 de octubre, que corrió
a cargo del arqueólogo municipal Sergio García-Dils.
El proceso de excavación y documentación exhaustiva
de esta estructura y el sector donde se encuentra (la unidad
de intervención denominada ‘Insula Noroeste) se
prolongaría durante algo más de cuatro meses.
En ese periodo fueron desmontadas todas las estructuras, de
muy diversa índole, que rodeaban el contenedor hidráulico
objeto del presente informe, hasta quedar la estructura exenta.
Por parte del equipo técnico de la intervención
arqueológica se procedió entonces a evaluar el
valor patrimonial de la estructura y la viabilidad de su traslado.
En lo tocante a su valor patrimonial, hay que señalar
en primer lugar que “no se trata de una estructura excepcional
ni singular, sino de un contenedor hidráulico (concretamente
un impluvium) de grandes dimensiones, perteneciente a una de
las domus romanas detectadas en la excavación, que ofrece
per se un bajo interés desde el punto de vista de su
musealización como objeto independiente”, aunque
se señala que su bajo interés patrimonial contrasta
con al elevada rentabilidad científica que ha proporcionado
su desmontaje por fases”
“Además -prosigue el informe- las sucesivas fases
de uso del impluvium habían producido importantes transformaciones
estructurales, hasta dejarlo prácticamente irreconocible;
asimismo, tras su amortización definitiva, se encontraba
en un estado de deterioro considerable, lo que, unido a sus
grandes dimensiones, convertía su traslado en una operación
técnicamente compleja y patrimonialmente innecesaria”.
“Todo ello se puso en conocimiento del arqueólogo
inspector de la intervención, José Manuel Rodríguez
Hidalgo, acordándose con fecha 24 de enero de 2005 el
desmontaje por fases de la estructura”, añadiendo
el informe que “hay que señalar aquí que
esta decisión no se puede considerar como un hecho aislado
fuera de contexto, sino que se inscribe dentro del proceso normal
de desarrollo de una intervención arqueológica
como la presente, previa a la construcción de un aparcamiento
subterráneo, actuación urbanística ya prevista
en el Plan Especial de Protección, Reforma Interior y
Catálogo del Conjunto Histórico-Artístico
de Écija, que fue aprobada por la Comisión Provincial
de Patrimonio Histórico de Sevilla en acuerdo de fecha
20 de enero de 2004, lo que, lógicamente, ha supuesto
la documentación y remoción de todos los niveles
arqueológicamente fértiles y estructuras que había
en el ámbito de afección de la obra”.
El informe continua señalando que “así
pues, se procedió a la operación de desmontaje
del impluvium, por fases y unidades estratigráficas,
combinando medios manuales y mecánicos, documentándolas
escrupulosamente y trasladando a continuación a los almacenes
del Museo Histórico Municipal de Écija todas las
piezas individuales que formaban parte de la estructura (sillería,
ladrillos, bases de columna, etc) dejando así al descubierto
los maltrechos muros originales del impluvium”.
“Llegados a este punto -sigue el informe, que ha sido
realizado por Sergio García-Dils, arqueólogo director;
Elisabet Conlin, arqueóloga coodirectora; y Juan José
Cabrera y Jaime González, también arqueólogos-,
para profundizar en el conocimiento de la técnica constructiva
empleada, se procedió al picado de esta parte, por capas
de revestimiento y núcleos de caementicium”. Picado
y retirada de los fragmentos que se realizaron, según
especifica el informe, con la ayuda de una retropala excavadora
mixta, así como aclara que “todo el proceso de
desmontaje de la estructura ha sido supervisado en todo momento
por el equipo técnico de la excavación para su
correcta documentación”.
Características
En este sentido, el informe arqueológico señala
a continuación las características básicas
de este sistema hidráulico, destacando que tuvo por lo
menos tres fases sucesivas de transformación y utilización,
cada una de las cuales desvirtuó o transformó,
así como dañó, las fases anteriores.
En un primer momento, se trataría de una estructura
de planta rectangular de 11 por 7,50 metros, formada por un
espacio central rodeado por un canal perimetral, localizándose
en la esquina SE una pequeña pileta rectangular para
la evacuación del agua. Alrededor de la estructura se
situaban una serie de sillares de calcarenita, espaciados de
forma regular, que servirían para sostener las columnas
que formarían el pórtico que rodeaba la estructura.
Posteriormente, se produjo una importante remodelación,
afectando a la estructura hidráulica, que fue transformada
para crear un impluvium más reducido (de 8 por 7,50 metros)
y otras transformaciones; para luego dar lugar a otra tercera
reforma, que iba a alterar definitivamente la funcionalidad
de la estructura hidráulica