El único requisito que ha puesto el donante
a la Junta de Andalucía es que se realice un inventario
detallado de la totalidad de las piezas, más de 107.000
El pasado martes se formalizó en la Dirección
General de Bienes Culturales de la Junta el escrito de donación
de la colección arqueológica de Ricardo Marsal
a la Administración autonómica, la cual tendrá
ahora que proceder a su aceptación formal para su posterior
publicación en el BOJA. Con ello se pondrá fin
a un polémico caso que ha traido de cabeza durante tres
años a este ingeniero de Caminos madrileño, principal
imputado de la denominada «Operación Tambora»,
en la que fue incautada una importante colección de piezas
arqueológicas de «ilícita procedencia»
halladas en dos fincas de su propiedad localizadas entre los
términos municipales de Herrera y Écija.
El hecho de aceptar la donación supondrá para
la Junta la obligación de evitar cualquier perjuicio
para Marsal, de 80 años de edad y que ha dedicado más
de tres décadas a reunir esta valiosa colección
arqueológica que ya desde 1995 había intentado
poner a disposición de la Junta o el Ministerio de Cultura
mediante la constitución de una fundación con
objeto de preservar los fondos para su estudio por la comunidad
científica. Aquellas negociaciones no llegaron a fructificar
y años más tarde el procedimiento judicial inició
su curso.
El archivo de la causa
El acuerdo al que ambas partes han llegado se produce después
de que en diciembre de 2004 la fiscal del Juzgado de Instrucción
número 1 de Écija considerase que los hechos objeto
de enjuiciamiento «no son merecedores de reproche penal»,
pidiendo un «sobreseimiento libre y archivo de la causa».
En su exposición, la fiscal tampoco aprecia «ánimo
de lucro» por parte de Marsal, destacando el «lícito
y encomiable ánimo del imputado y los continuos intentos
de lograr una solución amistosa con la Administración
Pública». No obtante, las diligencias practicadas
en dicho Juzgado finalizaron con indicios racionales de criminalidad
contra Ricardo Marsal.
En esta tesitura, la aceptación de la donación
por parte de la Junta lleva implícita la petición
de archivo de la causa abierta contra Marsal que, según
ha podido saber ABC, dona la totalidad de los fondos que le
fueron incautados, más de 107.000 piezas arqueológicas.
En este fondo se incluye tanto el material adquirido con anterioridad
a la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985
-hasta entonces no estaba penalizado este tipo de adquisiciones-
como el posterior. Además, la Junta de Andalucía
una vez aceptado el ofrecimiento de Marsal habrá de hacer
público el agradecimiento y reconocimiento por la donación,
como medida tendente a restablecer el buen nombre del coleccionista,
puesto hasta ahora en entredicho. Según fuentes consultadas
por ABC, la familia podría llegar incluso a revocar el
acuerdo si ese extremo no se llevara a efecto. De hecho, y como
un apunte más, se propone que a la colección se
le dé la denominación de «Fondo arqueológico
Ricardo Marsal».
El donante no ha solicitado compensación económica
alguna para hacer efectiva la donación, tan sólo
que la Junta de Andalucía lleve a cabo un inventario
detallado de todas y cada una de las piezas donadas -de las
que una parte aún estaba sin ordenar por su propietario-
y no sólo un inventario por lotes. Para la realización
del inventario que se reclama, la Administración dispondría
de un plazo de dos años.
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