La madrugada de ayer fue la más fría de los últimos
trece años en Sevilla capital y una de las más
gélidas de la historia reciente en la provincia. Las
temperaturas descendieron hasta situarse en los 3,5 grados bajo
cero alcanzados en el observatorio que el Instituto Nacional
de Meteorología (INM) dispone en el aeropuerto de San
Pablo y en los -9,1 de la estación meteorológica
de Écija. Una décima menos llegaron a marcar los
medidores de los viveros de la isla de la Cartuja durante la
noche, después de registrar -5 y -3 en los días
precedentes.
La cifra oficial de -3,5 grados es sólo cinco décimas
más alta que la mínima histórica más
reciente de la ciudad, situada en -4 grados en el año
1992, y dos grados superior a la temperatura más baja
registrada en la historia de la ciudad, los 5,5 bajo cero del
año 1956. Es más, con los -3,5 de ayer la actual
ola de frío bate una temperatura mínima que estuvo
vigente durante doce años: los -1,4 grados obtenidos
en el año 1993. La madrugada de ayer supera a la inmediatamente
anterior, la del miércoles al jueves, como la noche más
fría desde que empezó el milenio.
Los registros más espectaculares de la jornada procedieron
de Écija, donde el mercurio descendió hasta los
9,1 grados bajo cero. Se trata de la temperatura más
baja registrada en esta localidad, si bien la estación
meteorológica fue inaugurada hace sólo veinte
años. El Instituto Nacional de Meteorología no
dispone de datos sobre la temperatura mínima absoluta
de la provincia de Sevilla, aunque un portavoz de esta entidad
explicó ayer a este periódico que podría
tratarse de una de las mínimas más bajas de la
historia.
En Écija las fuentes presentaban bloques de hielo en
vez de agua, las tuberías se congelaron y no se podía
regar las calles, al igual que ocurrió en Lebrija. A
las ocho de la mañana los termómetros del municipio
astigitano marcaban siete grados bajo cero. Paradójicamente
la temperatura más baja se alcanzó en una localidad
famosa por ser una de las más calurosas de Europa, marcada
con el sobrenombre de la sartén de Andalucía.
Según indicaron a este periódico técnicos
del INM, es habitual que en Écija haga más frío
que en el resto de la provincia por su ubicación geográfica.
El municipio se encuentra situado en un valle, por lo que el
aire frío, que pesa más que el caliente, desciende
y se concentra en la ciudad, siempre que el viento no disperse
el aire.
En Morón de la Frontera la temperatura alcanzó
los -7,9 grados, una cifra que no se registraba desde el año
1976, cuando se logró el registró histórico
del municipio, ocho grados bajo cero. En Cazalla se alcanzaron
-5,3, aunque ayer no nevó en esta zona, como ocurrió
durante la noche anterior en diversos puntos de la Sierra Norte.
Un portavoz del INM aseguró a este periódico que,
en el hipotético caso de que hubiera precipitaciones
en este periodo de frío, éstas caerían
en forma de nieve. Pese a todas estas cifras, fueron muy pocos
los incidentes destacables.
La ausencia de precipitaciones permitió que no se bloqueara
ninguna carretera de la provincia –sólo siete puntos
de tráfico estuvieron cortados unos minutos al amanecer–
y no se registró ningún accidente de tráfico
con resultado de muerte. Igualmente, ni las Fuerzas de Seguridad
del Estado ni los Bomberos del Ayuntamiento y la Diputación
Provincial tuvieron servicios especialmente complicados a lo
largo de la jornada de ayer.
Los especialistas en predicción del INM esperan que
las temperaturas vayan elevándose de forma gradual en
los próximos días, sin bruscos ascensos, hasta
rondar mínimas de cero grados. Lo que sí se mantendrá
durante lo que queda de semana y el inicio de la próxima
serán las fuertes heladas nocturnas en la capital y la
provincia. El jefe de Predicción del Instituto Nacional
de Meteorología, Ángel Rivera, adelantó
ayer que la presente ola de frío "se cortará,
con una probabilidad en este momento del 70 por ciento, el próximo
lunes". Hasta entonces seguirán las bajas temperaturas,
con una nueva irrupción de aire frío entre mañana
y el domingo.
Esta corriente gélida afectará a todo el país,
aunque la provincia andaluza no debería contarse entre
las más perjudicadas, que serán sobre todo la
zona central del país, la Cordillera Cantábrica
y los Pirineos, donde volverán las nevadas intensas.
Rivera destacó de la presente ola de frío la espectacularidad
por lo inusual de sus efectos en la zona sur de España,
y especialmente el frío extremo de la noche del jueves
al viernes en toda la comunidad andaluza.
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