Inocentes
por un día o por todo el año... por
Juan Palomo
El
tan llevado día de los inocentes celebrado en hispanoamérica
y España es el día en que los medios de comunicación
hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la
información parezca real. Se trata de una libertad
que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta
a su sentido del humor, oportunidad que solamente tiene lugar
una vez al año.
El título
de este artículo es la pregunta que me hago el 29 de
Diciembre de 2010, una vez pasado ese 28 en el que cualquier
cosa puede ser real por un día.
Posiblemente
no me haría esta pregunta si el propio 28 hubiese escuchado
visto o leído en las noticias que el gas y la electricidad
iban a subir sus precios, las pensiones iban a bajar y que
los millones de parados seguirían acumulando algunos
números más. Ese día sería maravilloso
para todo el mundo, porque por lo menos suscitaba la duda
de que se están quedando con nosotros.
Para mi
sorpresa, ni siquiera esa definición inicial y esa
referencia que se dan a los medios se cumple, porque si nos
sumergimos en la red -- me refiero a internet -- veremos que
esas inocentadas se siguen refiriendo a los mismos personajes
de los que se hablan durante el resto del año: Belén
Esteban, Guardiola, Sara Carbonero...lamentable. Personajes,
que dicho de paso, me importan un pepino su vida. Al igual
que nosotros --aunque por distinto motivo--, estas personas
siguen estando en la palestra incluso en los inocentes, cuando
quizás se podría intentar dar una alegría
inesperada y mentirosa aunque sea por un día.
Entre
las inocentadas de nuestra ciudad de Écija que me he
ido inventando durante tantos años para el portal de
cibereja, recuerdo algunas como aquella que decía que
personajes de los distintos grupos políticos, siempre
enfrentados, iban a ser los reyes magos de niños y
mayores para trabajar unidos y de verdad... que nuestra plaza
del Salón iba a ser lo que era... y concretamente este
año, que nuestro patrimonio se iba a salvaguardar con
la recuperación del Palacio de Peñaflor. Inocentadas,
que dicho de paso, no se las creyó nadie, aunque yo
puse mi granito de esperanza.
Son tantos
millones de inocentes en el mundo los que nos sentimos engañados
durante todo el año frente a una gran minoría
de pelagatos, que creo que ese día no tiene sentido
y en todo caso habría que cambiarlo por el "día
de las Intenciones" y en lugar de un monigote en la espalada,
poner un corazón en el pecho. Pienso que sería
más fácil de hacer aunque a fin de cuentas el
resultado, lamentablemente, seguiría siendo el mismo.
Por lo menos, nos tomarían solamente un pelo. Los más
favorecidos serían los calvos.
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