Las localidades sevillanas de Écija y Cañada Rosal han implantado programas de Educación Vial para reducir los accidentes de tráfico. En Écija, las multas de tráfico se pueden conmutar por trabajos sociales y además se premian a los buenos conductores con vales para gasolina, manifestó Francisco Liñán, técnico municipal de Seguridad para la Educación Vial.

Estos programas han logrado que en Ecija en los últimos siete años se reduzcan en un 25% los accidentes de tráfico en jóvenes, según Liñán, para quien es necesario implicar al profesorado y los padres. En la población astigitana no sólo se ha implantado el autobús de la movida, sino que para evitar que los padres tengan que abonar las multas por infracciones de tráfico cometidas por sus hijos, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un programa por el que se conmutan sanciones económicas por horas de trabajo social. «El 90% de los infractores se ha acogido al programa. Así pues, unos 180 jóvenes han trabajado desde junio de 2003 entre 4 y 5 horas en beneficio de la comunidad. Para ello, han realizado trabajos relacionados con sus estudios o formación. A los que no tienen formación se les pone a limpiar asientos del polideportivo», explicó este técnico, quien subrayó que el programa no es aplicable a las infracciones que ponen en riesgo l a vida de personas o suponen la retirada del carnet.

También en Écija, el Ayuntamiento, en colaboración con Mapfre, regaló cien cascos integrales a conductores de comida rápida y adultos que solían ir acompañados por menores.
Además, el ayuntamiento de Écija iniciará en Navidad el programa «Yo circulo seguro», por el que se premiará a los buenos conductores con vales de dos euros para comprar combustible.
Este método de refuerzo positivo también se ha aplicado en Cañada Rosal, una población de 3.040 habitantes en la que el uso de la bicicleta está muy extendido. En ese pueblo de la Campiña sevillana, Carrero, con presupuestos más modesto, regala cascabales a los buenos conductores, viandantes y ciclistas. Este policía local trabaja afanosamente para que los programas de Educación Vial lleguen a toda la población a través de charlas, la radio y televisión locales, y el parque infantil de tráfico, que reparte carnets de prácticas e incluso diplomas a los pequeños.

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