El
barrio del Picadero de Écija aspira a integrarse en
las rutas turísticas.
El barrio del Picadero era hace menos de diez años
sinónimo de delincuencia y depresión social.
Pero en un futuro podría ser un parque arqueológico
y un lugar en el que mostrar a los turistas los restos de
distintas culturas que han sido desenterrados en la Plaza
de Armas, el punto más alto de la ciudad.
El futuro
del Picadero se quiere escribir, por tanto, en clave cultural.
Un proyecto municipal para el que se ha pedido subvención
a la Dirección Provincial del Servicio Público
de Empleo Estatal y que planea construir un centro de interpretación
arqueológica en este barrio "potenciando la actividad
turística de la ciudad y poniendo en valor y funcionamiento
un espacio arqueológico desconocido" que, además,
"ayudará a reiniciar la actividad científica
y arqueológica de la zona, compatibilizando ésta
con el turismo", tal y como apunta el equipo de gobierno
municipal (PSOE).
Concretamente, el proyecto tiene un coste de 385.000 euros,
de los cuales se solicitan al Estado 192.500 euros, dentro
de las subvenciones a Proyectos Generadores de Empleo Estable.
Por su parte, el ayuntamiento aportaría 115.500 euros,
y Junta de Andalucía y Diputación de Sevilla
aportarían 77.000 euros.
Con la
subvención solicitada al Gobierno central se quieren
financiar los costes salariales y la Seguridad Social de los
trabajadores desempleados que se contraten para trabajar en
este proyecto que, de esta forma, une a sus vertientes cultural
y turística la de creación de empleo, según
el Gobierno local.
La duración
del proyecto se estima en diez meses. Inicialmente se quiere
adecentar el solar en el que han aparecido restos de asentamientos
fechados en el siglo VIII a.C. -la Écija romana se
fundó en el siglo I de nuestra era- y se quiere iluminar,
cercar y crear espacios peatonales en este terreno.
Centro
turístico. Una vez acometida esta primera parte, el
objetivo municipal es crear un centro de interpretación
fuera del recinto amurallado, pero integrado en la ordenación
y accesos del yacimiento arqueológico para, posteriormente,
integrar el complejo arqueológico en los recorridos
turísticos de la ciudad. Ese centro de interpretación
daría acceso al recinto amurallado del Picadero y los
yacimientos arqueológicos. Tendría una dos plantas
y un ático, con talleres de arqueología, una
sala de exposición, tienda y un bar con terraza mirador.
El punto de partida para esta actuación lo encontramos
entre noviembre de 2001 y octubre de 2002 se realizó
una intervención arqueológica puntual en la
plaza de Armas, que sirvió como estudio previo para
la recuperación y puesta en valor de esta zona bajo
tres premisas: recuperar el espacio público erradicando
el barrio marginal que allí se ubicaba hasta entonces,
documentar la secuencia cronológica de Écija
desde sus orígenes y musealizar este espacio para integrarlo
en la actividad turística de Écija.
El Ayuntamiento astigitano no maneja por el momento unas previsiones
certeras de contratación directa, pero sí estima
que será necesario cubrir puestos de guías turísticos,
de técnicos de restauración, arqueólogos,
administrativos, dependientes, conserje o personal de limpieza,
entre otros.
Además, desde el Consistorio se subraya que "la
creación en Écija de este centro cultural supondría
una ampliación y consolidación del sector turístico,
y esto a su vez lo haría más competitivo".
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