Felices
Pascuas de Resurrección. Reflexión
de Francisco Fernández Pro, del Colectivo de Pregoneros
de Écija.
"
Inicié mi Pregón prometiendo ser sincero; prometiendo
hablar con Jesús por las calles de mi Pueblo y hacerlo
con el corazón en la mano... o en el borde de los labios,
que es lo mismo.
"
Y como Dios hizo el Universo que me cubre y suyo fue el soplo
que me concibió como Alma; le hablé a Dios -que
está sobre mí- desde la conciencia que tengo
de Él y que le pertenece.
"
Mi diálogo seguirá cuando todo esto se acabe,
como seguirá también la Pasión de Cristo:
Porque su Pasión, no es sólo una Pasión
de primaveras. Por las calles de mi Pueblo –y por todas
las calles de todos los pueblos, todos los días de
todos los años- Jesús seguirá entre nosotros
sufriendo sin remedio. muriéndose, poco a poco, en
los ojos espantados de los niños que le duelen, en
el abismo de abandono del drogadicto, en el hedor emético
del borracho o en cualquier rincón iracundo, abominable
y apartado, de esos en los que la dignidad del ser humano
no habita... Y seguirá resucitando también,
porque su resurrección siempre ha de estar presente,
porque su Resurrección siempre le será necesaria
a la finitud del Hombre.
"
Pero en todo esto, hemos de tener bien claro nuestro Pentecostés:
somos nosotros, los responsables últimos de que esta
Buena Nueva la conozcan todos y que todos participen de ella.
"
Sé que el revulsivo de ese Espíritu del que
yo he hablado hoy aquí, es el mismo que ha permitido
el auge impresionante de nuestra Semana Santa. Las Hermandades,
las Tertulias cofrades, el trabajo, la dedicación,
la perseverancia y la generosidad de mucha gente lo han hecho
posible; pero resulta absolutamente necesario que no haya
nada –ni otras “modas”, ni otras tendencias,
ni otros intereses- que interfiera en este Espíritu
y lo adultere de cualquier forma o le impida dilatarse a cualquier
circunstancia y en todos los momentos.
"
Toda nuestras Semana Santa, todo el colorido, los aromas,
las imágenes, los sabores,... toda esta vivencia sensorial
que ya respiramos, no tiene otra motivación que recordar
y reavivar en nuestros corazones el Sacrificio por Amor de
Cristo, no tiene otro objetivo que el de hacer posible –por
siempre y en todas partes-, a través de nuestro compromiso
personal y colectivo, el Espíritu Vivo y Universal
de su Resurrección.
"
Hay muchos “jesús cautivos” por nuestras
calles. Hay demasiados “cristos” humillados, despojados
y abandonados. Hay mucho por hacer todos los días,
en todas partes... El ejemplo de Cristo en la Cruz debe servirnos
a todos. La Resurrección de Cristo debe ayudarnos a
todos. Nuestro compromiso con Cristo debe proyectarse sobre
todos...
" Y si esto no lo hemos entendido así, si no estamos
dispuestos a ser instrumentos de este Espíritu, esta
semana de primavera que se nos viene –y que sólo
tiene sentido por ese Espíritu, con ese Espíritu
y desde ese Espíritu- nunca será una verdadera
Semana Santa y yo, con este Pregón, no habré
sabido cumplir ni con ustedes, ni con mi Dios."