Las
calles de Écija se quedan sin hermandades en una desapacible
tarde-noche del viernes santo.
Las
lluvias continúan haciendo estragos en la Semana Santa
de 2011. La tarde del viernes santo se ha visto ensombrecida
por la lluvia persistente que no ha dado tregua a las distitintas
hermandades que tenía programada su salida procesional:
La Merced, Jesús Sin Soga y la Mortaja.
La tónica
general de este viernes ha sido las visitas a los templos
para ver los distintos pasos que no han podido realizar su
estación de penitencia. Los descalzos, Santa Bárbara
y la Merced han mantenido abierta sus puertas para que los
ecijanos pudieran visitar a sus titulares en el interior de
templo.
SIGNIFICADO
DEL VIERNES SANTO
Volvemos
a vivir con Jesús su Pasión: la aprehensión,
interrogatorios, flagelación, coronación de
espinas y la crucifixión.
Este día
recordamos la Pasión de Nuestro Señor: su aprehensión,
los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación,
la coronación de espinas y la crucifixión.
En aquel
entonces, la crucifixión era la ejecución más
cruel y degradante que se conocía. Un ciudadano romano
no podía ser crucificado. La muerte sobrevenía
después de una larga agonía.
Jesús
en la cruz, con un sufrimiento físico y moral muy grande,
fue capaz de perdonar a los que lo ofendieron.
Las “siete
palabras" de Jesús son el testamento que nos deja
al morir y emprender su partida al Padre:
• Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
• En verdad te digo, que hoy estarás conmigo
en el paraíso.
• Mujer ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes
a tu Madre.
• Dios mío, Dios mío, ¿por qué
me has abandonado?
• ¡Tengo sed!
• Todo está cumplido.
• Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Desde
la cruz, Jesús nos termina de dar su mensaje de amor
y salvación dejándonos a su Madre y enseñándonos
a perseverar hasta el final. El sacrificio de la cruz se vuelve
a vivir en cada Eucaristía, por medio de ella, Jesús
sigue vivo y permanece con nosotros.
El Viernes
Santo lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia
de la Celebración de la Pasión del Señor
en la que se hace la adoración de la cruz.