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Comienza la Semana Santa de Écija 2004, con el desfile procesional de la Hermandad de la Borriquita. Historia del Domingo de Ramos

Foto: Borriquita 2004

 

El domingo jubiloso de la Entrada de Jesús en Jerusalén tuvo lugar con una luninosa mañana en la que los ecijanos se echaron a la calle para disfrutar por la primera de las cofradías que recorreran durante estos ocho días de Semana Santa. La ciudad de Écija disrutó con la elegancia del paso llevado por los jóvenes que con majestuosida hicieron su entrada en la Parroquia de Santa María.

El mapa del recorrrido procesional fue el siguiente:

La distancia recorrida fue de 1.590 metros, la velocidad de 5.89 metros por minutos y los pasos dados por los pequeños nazarenos fueron unos 4.184, aunque la mayoría, los más pequeñines, dieron algunos muchísimos más y en otros casos fueron los padres llevándolos en brazos. El Domingo de Ramos fue una alegría manifiesta por las calles de Écija.

HISTORIA

La liturgia de la Semana Santa comienza con la bendición de las palmas y una procesión el Domingo, con una solemne proclamación de la narración de la Pasión según San Mateo en la misa.

La procesión de Ramos viene evidentemente del recuerdo de lo que pasó en la vida de Jesús días antes de su pasión y muerte. Como ya mencionamos, en los primeros siglos, en Jerusalén se comenzó a venerar los lugares donde había sucedido algún acontecimiento en la vida de Jesús.

"Por eso el domingo anterior al Viernes Santo todo el pueblo se reunía en el Monte de los Olivos junto con el obispo y desde allí se dirigían a la ciudad con ramos en las manos y gritando Viva, como habían hecho los contemporáneos de Jesús".

La famosa monja peregrina o turista española nos cuenta como se celebraba el Domingo de Ramos y nos detalla que el obispo de Jerusalén, representando a Cristo, se montaba en un burro y que la gente llevaba a sus recién nacidos y a los niños a la procesión.

Pero cada Iglesia fue tomando esta costumbre y celebrándola en particular. En Roma para el siglo IV se le llamaba a este día "Domingo de la Pasión" y en él se proclamaba solemnemente la Pasión del Señor, haciendo ver que la cruz es el camino de la resurrección. Sólo hasta el siglo XI se comenzó allí también la costumbre de la procesión. Se nos dice que en Egipto la cruz era cargada triunfalmente en esta procesión. En Francia y en España en el siglo VII se habla de la bendición de ramos y de la procesión.

Tras el concilio de Trento se quiso que en todas partes de la Iglesia Latina se celebrara de la misma manera este domingo y entonces se juntó lo que se hacía en Jerusalén (procesión de Ramos) con lo que se hacía en Roma (celebración de la pasión, como si fueran cosas distintas, ya que cada una se celebraba con ornamentos de distinto color y con oraciones iniciales y finales propias.

Con las reformas que hizo el Papa Paulo VI a las celebraciones de Semana Santa después del Concilio Vaticano II, se unificó la celebración con oraciones y ornamentos comunes haciendo ver mas claramente que en ella se vive el único misterio pascual de vida y muerte y que una y otra de sus partes se relacionan y se enriquecen mutuamente: no hay verdadera celebración del Domingo de Ramos sin procesión y sin lectura solemne de la Pasión en Una misma Eucaristía.

REFLEXIÓN

"Es el hombre tan inconstante y variable, que verdaderamente lo mueve cualquier viento, como las hojas del árbol. Bien se echó de ver esto en la Pasión de Cristo. ¿Por qué los mismos hombres que lo bendijeron en el Domingo de Ramos dándole la mayor honra que dieron a hombre alguno, en tan breve tiempo lo trataron como el más infame y vil de los hombres?".
(Evely)

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Información: Información de churchforum (20/03/2004 )