EL DOMINICO ECIJANO, FRAY JUAN DE ALBORNOZ, MISIONERO, PREDICADOR Y DEFENSOR DE LOS NATIVOS DE CHIAPA Y DE SU LENGUA CHIAPANECA por Ramón Freire
Ramón Freire Gálvez
Mayo 2014
Nació en Écija, siendo bautizado el domingo 30 de Julio de 1656 en la Parroquia de Santa María, hijo de Ignacio de Albornoz y María Bautista, apadrinado por Francisco Iván (Libro de Bautismos 17, página 90 vuelta, Parroquia de Santa María).
Existe una pintura al óleo enmarcado que se encuentra en el Archivo Parroquial de la iglesia de Santa María, de pequeñas dimensiones, desconociéndose al autor y la persona que lo entregó, que por los datos que le comentaron al Párroco Don Esteban Santos Peña, dicho retrato pudiera corresponder al personaje que nos ocupa, dada la relevancia que tuvo el mismo en su misión y que se pudiera encontrar en dicha Iglesia al haber sido bautizado este dominico en la misma.
Ingresa de joven en la Orden de Predicadores de Santo Domingo en el Convento de San Pablo y Santo Domingo de Écija. Una vez tomado los hábitos, fue contemporáneo y compañero del también ecijano Fray Francisco Ximénez, con quien el día 7 de Julio de 1687, junto con otros religiosos más de la citada Orden, embarcó con destino a Chiapas y Guatemala, donde llegó en febrero de 1688, en la expedición que encabezaba el dominico, definidor Fray Ambrosio de Ipenza, que iba destinado, como Procurador, a dichas provincias y todos ellos, formando parte de la comitiva del General D. Jacinto de Barrios Leal, maestre de campo, destinado a Guatemala como Presidente de su Audiencia.
Fue misionero en Chiapa, donde, tal como hizo constar Fray Francisco Ximénez en sus escritos, fue uno de los frailes dominicos que rápidamente aprendió la lengua chiapaneca, escribiendo un manuscrito titulado el Arte de la lengua chiapaneca, que constituye una gramática de dicha lengua.
La lengua chiapaneca se extinguió en el siglo XX; su último hablante, una anciana, falleció alrededor de 1940. Junto con el mangue de Centroamérica -también extinguido- forman la familia lingüística mangueña, de remotos vínculos genéticos con la otopame. El idioma chiapaneco se hablaba en la región de Chiapa de Corzo, en el actual estado de Chiapas.
La más antigua obra gramatical de esta lengua que ha llegado hasta nuestros días, es el Arte de la lengua chiapaneca del dominico Juan de Albornoz, manuscrito proveniente del siglo XVII. Fue publicado por primera vez en París (junto con una doctrina cristiana de fray Luis Barrientos) por Alphonse Pinart en 1875… (Lainvestigación lingüística en México durante el siglo XVII. Ignacio Guzmán Betancourt).
La obra del ecijano Fray Juan de Albornoz, ha constituido una importante fuente a partir de su publicación, para la recuperación de la lengua chiapaneca. Francisco Pimentel, en su obra: Cuadro descriptivo y comparativo de las lenguas indígenas de México o Tratado de filología mexicana (Vol. III), escribe: “…Debo también manifestar aquí, que terminada la impresión de la presente obra, llegó a mis manos el Arte de la lengua chiapaneca por fray Juan de Albornoz (París, 1875), que acaba de recibir mi hermano político don Joaquín García Icazbalceta. Comparando las palabras del chiapaneco que pone de ejemplos el padre Albornoz, con las correspondientes del nagrandan, veo confirmada la analogía de esos idiomas indicada por mí en el capítulo 33. Ejemplos:
Chiapaneco Nagrandan Varón: Naha Nuho Mujer: Nahui Nahsei-omoMadre: Goma Goomo
Muchacha: Nakoue Naheoun Piedra: Noka Nugo
Estrella: Nahuiti Nuete Cabeza:N-goqhima Gochemo Tú: SimoSumu-sheta Nosotros: Sihmimo Semehmu
Comparaciones gramaticales entre chiapaneco y nagrandan me es imposible hacer, porque no tengo la gramática de este último idioma. Por la gramática de Albornoz, veo también confirmada otra indicación que hice en el capítulo 33, y es que no existe analogía entre el tarasco y el chiapaneco, ni léxica, ni gramatical (sólo morfológica).
Por lo que igualmente encuentro sobre el chiapaneco, en la referida gramática, me parece que este idioma es distinto del huave, tanto en la gramática como en el diccionario, y respecto a lo primero aun bajo el punto de vista morfológico; según lo explicado en los capítulos 33 y 57 el huave es un idioma polisilábica polisintética, de subflexión. Como los dos primeros caracteres son fáciles de percibir, sólo me detendré en poner algunos ejemplos para comprobar que en chiapaneco ocurren casos no sólo de mera yuxtaposición, sino de cambio fonético…” (Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Por ello, Fray Juan de Albornoz, figura formando parte de la
Bibliografía de la Lengua Chiapaneca, junto con los también dominicos Fray Pedro Calvo, fray Francisco de Zepeda, fray Domingo De Ara, Hara o Lara, fray Juan Núñez y fray Luis Barrientos, todos de la Orden de Predicadores.
Al igual que el también ecijano Fray Francisco Ximénez y demás dominicos que estuvieron en Chiapas como misioneros, Albornoz, se caracterizó en la defensa y amparo de los nativos, por cuya actitud, a todos ellos, les costó soportar muchas penalidades de los propios gobernantes españoles, en ocasiones, incluso la amenaza de expulsión del territorio, lo que nunca llegaron a aceptar, manteniéndose no sólo en el mismo, sino que en sus pláticas y sermones, invitaban a los citados nativos, dentro de su misionado que, a través de dichos dominicos, ellos pudieran solicitar justicia ante los alcaldes y la propia Audiencia, así como que no llamaran a su encomendero Nuestro Señor, título que sólo a Dios y al rey se le daba, que pagaran los tributos que solamente estuviesen tasados y que el ordena pagar por los servicios que ha hecho el encomendero, pero si pidiere más, justicia hay que le castigue.
Este ecijano, igualmente dejó escrita una Doctrina cristiana en lengua chiapaneca en 48 de 8 hojas en el año de 1690, en la que figura la frase:
Moho çota nacôpo tarimihi ndipaho iqhitame himo, naqhimindi mane icopamoña iqhitame himo que significa: En esta vida todos los hombres padecemos, pero mucho más padecemos los indios (Las etnias del Estado de Chiapas: castellanización y bibliografías. Irma Contreras García. Universidad Nacional Autónoma de México.- 2001).
El año de 1714, al fallecimiento del padre Fray Juan Pozarenco, fue nombrado Fray Juan de Albornoz predicador general, de cuyo cargo pudo disfrutar poco, dado que falleció en Guatemala el año de 1715
Ciberecija pone a su alcance una copia manuscrita localizada en internet del Arte de la lengua Chiapaneca compuesto por el R.P. Fray Juan de Albornoz, de la orden de predicadores. Está copiado de un MS en poder del Abate Brasseur, en Mérida Yucatán en 1870.
✎EL ARTE DE LA LENGUA CHIAPANECA – YUCATÁN 1870
Impresionado estoy de la cantidad de ecijanos que han contribuido a la extension de nustra cultura y a la formación del nuevo mundo tal como hoy lo conocemos. Muchas gracias por desvelarnos tantos conocimientos.