¡QUIÉRETE! por Ana Orgaz (alumna 1º de Bachillerato)
“Querer ser otra persona es un desperdicio de la persona que eres”, Marilyn Monroe.
A lo largo de la historia del hombre la imagen personal siempre ha tenido mucha importancia. Desde la prehistoria, al hombre le ha gustado adornar y pintar su cuerpo para mejorar su imagen o simplemente por pura coquetería.
Hoy en día este tema ha alcanzado su máximo apogeo llegando a convertirse en una obsesión para muchas personas. Nunca antes habían existido tantos gimnasios o centros de deportes donde las personas trabajan su cuerpo hasta la extenuación; un claro ejemplo de ello es el crossfit, tan de moda actualmente y cada vez con más adeptos a pesar de su dureza. Sin embargo, los médicos ya han advertido de la peligrosidad de hacer deporte sin control ni ser dirigidos por un personal trainer.
Otro de los riesgos de esta obsesión desmedida por el físico deriva en enfermedades relacionadas con la alimentación, como es la anorexia o la bulimia. También es de especial interés la “dismorfobia”, nuevo trastorno reconocido por especialistas, relacionado con la imagen corporal y la belleza. Estos tipos de enfermedades se dan sobre todo en adolescentes, tanto en hombres como mujeres (siendo la idea generalizada de que solo afecta a mujeres).
Para concluir, cabe destacar, que nada en su justa medida tiene porqué ser dañino; es bueno cuidarse y llevar una vida sana, pero sin que se convierta en una obsesión. Lo importante es quererse a sí mismo, sin depender de lo que piensen los demás de ti.
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