LOS MOLLETES DE LA CONCHI por Juan Méndez Varo
La Comisión Europea informó este mes de noviembre del registro del ‘mollete de Antequera’ como denominación de origen protegida, en la categoría de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esta distinción supone que al menos uno de los estadios de producción, transformación y elaboración del producto ha tenido lugar en el área a la que se refiere la denominación. En su anuncio de registro, Bruselas recuerda que la producción de este pan malagueño se remonta al menos hasta 1539 y que su receta ha perdurado de manera ininterrumpida desde entonces hasta hoy.
Así, los servicios comunitarios describen el ‘mollete de Antequera’ como un pan con textura “tierna, suave y tersa” y unos aromas “intensos” que le dan una “calidad sensorial elevada”. De este modo la producción de molletes de Antequera recibe un fuerte respaldo con un sello de calidad que hará que se trate de un producto único en el mercado.
Por otra parte el diario “El País” publicaba con fecha, 28 de agosto de 2012 un artículo de José Carlos Capel, dentro de su blog “Gastronotas de Capel” en el que habla de los molletes, y en especial del sabor, la textura y la esponjosidad que antaño presentaba estos panes, características que consideraba extinguidas ante su infructuosa búsqueda del mollete que su mente aun guardaba en un rincón de su cabeza, llegando a pensar que su memoria había “idealizado su sabor y la textura”, hasta que un amigo le devolvió al pasado tras regalarle unos molletes de la panadería ecijana de “La Conchi”.
José Carlos Capel reconoce en el artículo haber probado una gran variedad de molletes en la Costa del Sol, Antequera –“supuesta capital del mollete”- o Alhaurín el Grande, donde solo ha encontrado “molletes ligeros, con escaso sabor y pocas virtudes gastronómicas”. Su desesperación por encontrar ese sabor y textura de los molletes de antaño le llevó a recurrir a los “muffins” ingleses “lo más parecido a lo que yo recordaba”, hasta que un amigo, Felipe Ruano, director de la firma Berly´s, le hizo llegar unos molletes artesano de “La Conchi”.
Según cuenta José Carlos Capel, estos son “los molletes perdidos” a los que describe como “Densos y pesados pero de masa blanda, mullida, mórbida. Ligeramente ácidos y con un sabor delicioso” Capel termina destacando como prepara y degusta uno de estos molletes ecijanos “He tostado sus dos mitades y las he rociado con aceite de oliva y azúcar. Humm…” y lanzando una pregunta sobre la necesidad de preservar “esta y otras joyas olvidadas de la panadería española”. Los molletes de “La Conchi” y otros productos se pueden comprar en la Plaza de Abastos y en el despacho de la calle Gameras, 17.
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