COMERCIOS ANTIGUOS ECIJANOS. CALLE MAS Y PRAT por Juan Méndez Varo
En la fotografía que ilustra este trabajo podemos contemplar una de las calles más populares de la ciudad de Écija a la que se accede por la Plaza de España (el salón). En dicha instantánea observamos el edificio perteneciente al famoso Bazar Ecijano propiedad de don Antonio González. En el archivo histórico municipal consta que en 1891 se solicitó licencia de obras en dicho inmueble para la modificación de su fachada sobre edificaciones ya existentes, según proyecto presentado por don Francisco Torres Ruiz (Maestro Torres)1. Estructuralmente está compuesto de dos casas, como consecuencia de la agrupación de las números 11 y 13 de la actual calle.
La calle Más y Prat, en el siglo XV ya era conocida con los nombres de Zapatería –tramo inmediato a la Plaza- y Violería –en el inmediato a Garcilaso y Recogida. Por acuerdo capitular de 20 de octubre de 1868 fue rotulada con el nombre de Topete. Proclamada la I República el 5 de mayo de 1873, pasó a llamarse Fraternidad. Producida la Restauración Borbónica recuperó su antigua denominación de Zapatería. Pocos años después, en sesión capitular de 27 de octubre de 1892, se decidió rotularla con el nombre de Mas y Prat por hallarse en ella casa donde nació tan preclaro hijo de Écija.
Mario Méndez Bejarano, en su obra Diccionario de Escritores, Maestros y Oradores naturales de Sevilla y su actual provincia, escribe de él: Podrá disentirse acerca de los grados de excelencia, mas no cabe discusión sobre dos inconcusas verdades: que Benito Mas compite con los mejores poetas de su generación, aventajando a la mayor parte, y que no existe escritor contemporáneo que muestre en su inspiración y estilo más profundo sello personal. Oriundo quizá de Cataluña, a juzgar por sus apellidos, fue muy neto andaluz. Nació en Écija el 7 de octubre de 1846, y en su ciudad natal editó su primer libro “Brisas del Genil, colección de lindas poesías ya delatoras del vigoroso numen de su autor. También fue autor de la obra La tierra de María Santísima, que como dijo un crítico, “contiene toda la sal y la gracia de la región mas bella del mundo”
Nuestro paisano Benito Más y Prat, en 1872 perteneció a la redacción del periódico local “El Radical. En este mismo año se traslada a Sevilla y dirigió el diario “El Eco de Andalucía” durante varios años y colaboró asiduamente en “La Ilustración Española y Americana” y en “La Ilustración Artística”. En 1881 fue elegido académico de número de la Real Academia sevillana de Buenas Letras. En mayo de 1890 ingreso en el manicomio de Santa Isabel de Leganés, falleciendo el día 21 de octubre de 1892, en Sevilla.
Tiene esta calle su edificio más notable con la Casa del Gremio de la Seda, obra del siglo XVII que debió tener una entrada de carácter monumental, y hoy convertida en escaparate de un establecimiento comercial. Las plantas superiores están distribuidas de forma análoga a “los miradores” de la inmediata Plaza de España.
La calle Mas y Prat, antes Zapatería, es una de las calles clásicas del casco antiguo de la ciudad y, por consiguiente, de gran actividad mercantil.
El comercio del centro se resiente desde hace algunos años y esta vía, que comunica la Plaza Mayor con la calle Santa Cruz, no iba a ser una excepción. No obstante, a pesar de los nuevos tiempos, los comerciantes luchan por el mantenimiento del comercio tradicional, pese a los avatares de las nuevas formas de vida. La Plaza de Abastos ha hecho, sin duda, que sea uno de los enclaves más importantes de Écija, con un trasiego de compradores y el bullicio propio de las históricas calles de la ciudad. No había una puerta que no fuera un establecimiento. La tradición comercial era es pues herencia de un extenso pasado.
Algunos de los establecimientos típicos de esta calle, eran sin duda, la bodega de los Gordillos, posteriormente “El Pelón”, que conservaba en su fachada la arquitectura tradicional; Electrodomésticos Campoy, – conocido por “Ciudad del Sol”-, que perteneció a los señores Garrido y Fraile; las tiendas de ropa de gran implantación como Tejidos Bernardino y Casa Moreno… Y no podían faltar la mercería representada por Dalia, con muchos años de servicios, la oficina de farmacia regentada por Pérez Cabello, Gómez Salado y el Bazar Ecijano, sin olvidar a Gómez Amado,.
La imagen nos muestra esta calle llena de vida con su ajetreo cotidiano: guardia municipal responsable de regula estacionamiento de carga y descarga de la Plaza de Abastos, los soldados de uniforme camino del Depósito de Recría y Doma, jaulas de pájaros en la calle y todo un símbolo de la época: “el carrillo de la Churreta”.
1.- Registro de la Propiedad de Écija. Tomos 23 y 125. Libros 16 y 86. Fincas registrales 288 y 1.696. Dichas fincas fueron inscritas por primera vez en 19 de octubre de 1874.
Fuente; Memoria de una década. 1960-1969, Juan Méndez Varo.
Con permiso de nuestro querido Juan Méndez Varo, voy a adjuntar a este artículo una interesante curiosidad y aportación referida por nuestro querido también José Manuel González Núñez:
Mi pequeña aportación: Esas jaulas que se ven colgadas “Ancá los Pelones”, las hacía un sombrerero que había en la calle María Guerrero, entre la sede de CC.OO y la casa esquina con la calle Portería. A mi padre le hizo varias, y se las decoró el padre de nuestro amigo Alberto C. Martin Marquez
. Hablamos de finales de los cincuenta y principio de los sesenta, claro.
Nota: Para más curiosidad, esta Jaula la tiene actualmente José Manuel en su patio.
Sigue comentando José Manuel: Pues ya que estamos, y al hilo de lo de las jaulas para canarios, creo interesante que se sepa, que algunos las barnizaban, y otros (como era el caso de mi padre), se las llevabamos a Francisco Aguilar Rodríguez, más conocido como Francisco el “Nevero”, padre de nuestro amigo (Q.E.P.D.) “El Poli”. Este hombre era en sus inicios carpintero de lo primo. Comenzó en la calle Avandaño, donde tiene la autoescuela Castelo. De ahí se instaló a la calle San Gregorio, donde montó una buena fábrica de neveras. Más adelante, sobre todo para la decoración, se las llevábamos (como te decía), al padre de Alberto, que era un verdadero artista.
Continúan los comentarios sobre las jaulas:
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