CAPÍTULO LXII: DE ALGUNOS HECHOS, SUCESOS DE ECIJA; EL GRABADO DE ÉCIJA DE GEORG HOEFNABLE (1567); CIVITATES ORBIS TERRARUM; LUÍS DE AGUILAR… por Ramón Freire
Octubre 2018
Ramón Freire Gálvez.
El año pasado, sobre este mismo mes, saltó la noticia de que un grabado de 1567 representaría a Écija en una muestra sobre el Guadalquivir en al Archivo de Indias, como así fue.
El grabado se trataba sobre la Écija de 1567 que Georg Hoefnable plasmó en un grabado que se incluiría en su obra Civitates Orbis Terrarum, donde se recogían vistas panorámicas de 39 ciudades españolas (estarán ustedes conmigo de la importancia que tenía Écija en todo el orbe, para ser una de las 39 ciudades españolas representadas en dicha obra).
La exposición estuvo expuesta hasta el 18 de marzo de 2018, siendo ello la representación de la ciudad astigitana en la muestra “Guadalquivir, mapas y relatos de un río. Imagen y mirada”, organizada por la Universidad de Sevilla, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Archivo General de Indias.
En ella se mostraron documentos historiográficos, fotografías antiguas, laminas, mapas y portadas de libros que comparten como vínculo el Guadalquivir, del que es parte importante su principal afluente, el Genil, río que baña las tierras de Écija, la antigua Astigi.
Sobre la importancia del río Genil en la historia de Écija, nuestro paisano y amigo Fernando J. Bevía González, realizaba un espléndido comentario, que acompañó al grabado en la exposición, el cual se enmarcaba en la sección “El río como amenaza” aunque, como bien reflejó Bevia, también ha sido fuente de riqueza.
Merece la pena recordar el magnífico comentario de Fernando J. Bevía González, para que no se pierda en el baúl de los tiempos y que decía lo siguiente:
“Écija cuenta con un valioso legado de imágenes del pasado en las que se plasma su singular conjunto urbano y sus arquitecturas. La vista panorámica urbana que nos ocupa, una de las 39 españolas recogidas en Civitates Orbis Terrarum, fue “tomada” en 1567.
Desde esta ubicación se obtendría la mayoría de las representaciones que hasta mediados del siglo XIX, con tradición vedutista se realizaron sobre la ciudad, que emerge entre colinas, a orillas del Genil, junto a la vega que la circunda.
Desafortunadamente, el panorama no se conserva intacto en la actualidad. En el encuadre se marcan importantes vías de comunicación y el río, que adquiere especial protagonismo, en primer plano, con un nivel piezométrico bastante elevado, junto con molinos fluviales y lavaderos de lana. Sobre el cauce del Genil se representa el puente atribuido a Hernán Ruiz y el arco monumental de entrada a la ciudad, en uno de sus extremos, y en el otro la torre defensiva de las Guardas, además del rollo de justicia. El perfil urbano, al fondo.
Hoefnagel completaba sus dibujos incluyendo en primer plano escenas sobre costumbres, tópicos o vida cotidiana en sus paisajes. Además, las perspectivas se resuelven con habilidad, dando una idea clara y aproximada de los perfiles y arquitecturas más destacados en el paisaje. La veracidad de los datos gráficos aportados respondía a un claro interés por la verosimilitud. Natura sola magistra –la Naturaleza es la única maestra- era su lema, y se dibuja a sí mismo como prueba de que el trabajo procede de la observación del natural y dar un mayor realismo.
La perspectiva representa magistralmente la estratégica ubicación de la fundación de la Colonia Augusta Firma Astigi hacia el 14 a.C. junto al poblado turdetano, en la margen izquierda del curso del Genil sobre su terraza más baja, ocupando un lugar privilegiado del Valle del Guadalquivir, en el que confluye a unos treinta kilómetros de distancia. Se trata de un terreno llano con una pequeña elevación, flanqueado a Este y Oeste por las terrazas altas del río que deja encajonado el asentamiento entre dos límites fluviales.
Écija ha sido desde la antigüedad y a lo largo de las diferentes etapas históricas un núcleo urbano de gran importancia, tanto por su emplazamiento, como por los recursos económicos generados por la feracidad de sus tierras y, cómo no, por el inestimable aporte de su hidrografía, con una considerable riqueza patrimonial. Plinio expresó las excelencias de la urbe, señalando su situación, diciendo que la baña el río Singilis (Genil) que va a parar al Betis (Guadalquivir), pudiéndose navegar desde la ciudad en adelante.
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★EL GRABADO DE ÉCIJA DE GEORG HOEFNABLE (1567); LUÍS DE AGUILAR… por Ramón Freire
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