EL CIERRE DE LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL DE ÉCIJA por Juan Méndez Varo
La línea férrea Marchena-Écija se inauguró en 1879, en el tramo que iba desde Marchena a Écija, con un trazado de 44,015 kilómetros; el segundo tramo -Écija La Carlota- empezó a funcionar el 10 de junio de 1885 y, concluyéndose el tercer tramo hasta Valchillón, el 12 de octubre de 1885 después de numerosos intentos que comenzaron años antes, en concreto en 1859, cuando los principales contribuyentes de la localidad tomaron la iniciativa de dirigirse al Ayuntamiento solicitando el establecimiento de una línea férrea.
Cierto es que nuestro ferrocarril nació y tuvo una vida llena de dificultades y polémicas. Así se desprende de lo que publica la prensa local. En concreto El Eco de Écija en un artículo fechado el 23 de abril de 1887, se puede leer: “Unas veces el material móvil, otras el fijo y otras el personal, he aquí las causas de las que provienen los siniestros de la vía férrea. Desde su apertura, han sido varios los accidentes con graves lesiones de viajeros. Otra noticia curiosa recoge que el “tren ya en veloz marcha, se sale de la vía un vagón, sin que nada note el maquinista hasta que un pasajero avisó a tiros. En otra ocasión llegaron los viajeros a las 9 de la mañana, cuando debieron hacerlo a las 10 de la noche anterior…”
Otro periódico local El Espacio, da cuenta de las vicisitudes por las que pasó el tren de Écija: “…El maquinista hombre experto en el oficio, observó alarmado que el convoy hizo un brusco movimiento, como si fuese a descarrilar: Paró el tren. Se buscan las causas, averiguándose que en los raíles se había colocado un tirafondo o tornillo de los que se suelen utilizar para asegurar los carriles, como si se pretendiera provocar su descarrilamiento, que pudo evitarse gracia a la pericia del maquinista señor Requillo que conducía el tren. Pero era necesario descubrir el hecho y se cursó la oportuna denuncia a la Guardia Civil de Écija, que comenzó a practicar las investigaciones correspondientes, que dieron como resultado el hallazgo del autor: “un niño de diez años llamado Eloy… un pastor dedicado al cuidado del ganado de una casilla próxima al lugar del suceso”.
A raíz de los rumores de la supresión de la línea férrea, el alcalde de Écija convocó una reunión con los homólogos de las poblaciones afectadas, es decir, los alcaldes de Marchena, Fuentes de Andalucía La Luisiana, La Carlota, Fuente Palmera y Guadalcázar. En esta reunión acordaron dirigir telegramas a los gobernadores civiles de las provincias de Sevilla y Córdoba, comunicándoles que si lleva a cabo el cierre de la vía férrea de los gravísimos perjuicios que ocasionaría tanto al comercio, industria, labradores y al vecindario en general de estas poblaciones.
El ferrocarril Valchillon-Écija- Marchena fue clausurado definitivamente el año 1969. Las fotografías muestran el vacío de una estación sin tren. La falta de vida en ella, genera en el alma, en quien lo vivió, nostalgia de aquel tiempo bullicioso, de gente que iba y venía, viajeros con sus bultos y viandante que se acercaban a respirar aquel ambiente. Siempre había vida en la estación: trenes con viajeros, maniobras y movimientos de vagones, cargas y descargas en los almacenes, ferroviarios de aquí para allá….
La ciudad de Écija, con uno de los más bellos conjuntos artísticos de España y con uno de los términos más extensos de Andalucía, (a caballo entre Córdoba y Sevilla), lamentablemente no tiene estación de ferrocarril y pese a que por su término municipal, circula la línea del AVE Córdoba-Málaga.
Memoria de una década: 1960-1969. Juan Méndez Varo
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