Écija – El Portal Temático Cultural

Septiembre 2016
Ramón Freire Gálvez.

Ramón Freire

En el mes de Marzo del presente año de 2016, me pide mi joven amigo, Manolo Gómez García, como miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Valle Coronada, colaboración para el boletín anual de la Hermandad.

Heredero él, de aquel gran amigo y maestro mío (que por designios de la vida, lleva el mismo nombre y apellidos que su recordado abuelo), Don Manuel Gómez García, que junto a otros, tanto hizo por esta Hermandad y que su fervor mariano le hizo visitador diario de nuestra bendita madre astigitana, hago este pequeño retazo histórico, lleno de satisfacción por quien me lo pide y del orgullo en ser ecijanista que siento, aportando algunos datos más, para que sigamos conociendo los entresijos que acaecieron acerca de la Santísima Virgen del Valle y de su hermandad, desde el inicio de su fervor y devoción por toda una comarca, allá en el santuario del mismo nombre que fundara Santa Florentina.

Pero ha ocurrido que, a mediados de Agosto pasado, recibo una llamada telefónica del hermano mayor de la hermandad de nuestra bendita patrona, José Luis Mesa, pidiéndome disculpas, pues por un error (siempre pienso que los errores en este tipo de asociaciones son involuntarios), no había sido incluido el artículo que después seguirá, relacionado con la historia prolífica y antigua de la imagen de la Virgen del Valle y que ya estaba el boletín anual en la calle cuando se había percatado de ello.

Le dije que no tenía importancia y no tuviese preocupación por ello, pues yo tenía pensado colgarlo a través de mis páginas habituales de internet, porque no le llegaba a todo el mundo el boletín y creo que sería interesante que lo conocieran, terminando sus disculpas, en que sería publicado en la página web de la propia hermandad. Por dicho error, este artículo, que como les digo, a los que por una u otra causa, no han tenido acceso al mismo, lo hago público dentro de los que yo envío y cuelgo en Ciberecija y Página de un ecijano, para que puedan leerlo y conservarlo.

Por eso, si alguno de ustedes ya ha tenido conocimiento de su contenido, pues lo difunden para gloria de nuestra excelsa patrona astigitana. Decía y dice así:

Cuenta la leyenda, que en los principios de los años 1480, Don Luis de Portocarrero, VII Señor de Palma, perseguía a una paloma que había herido cuando cazaba en el camino del Valle, viendo que la misma se introducía en uno de los numerosos mechinales que habían quedado al descubierto en las paredes del ruinoso monasterio que fundara Santa Florentina, en aquel entonces Ermita, fue en su busca y al introducir la mano, cayeron varios 2 ladrillos y descubrió en un hueco que existía entre las paredes, la imagen de la Virgen del Valle, que se supone fue escondida allí por las antiguas moradoras del Monasterio que fundara Santa Florentina, para evitar el ataque de las huestes sarracenas en el siglo VII.

Ante ese hecho, considerado milagroso por el VII Señor de Palma, quien tenía estrecha relación con la Ciudad, debido a su casamiento con Doña Francisca de Manrique, hija del alcaide de Écija Don Fadrique de Manrique, tanto Don Luis de Portocarrero como su segunda esposa Doña Francisca de Manrique, comenzaron a profesar una gran devoción a la imagen de la Virgen del Valle encontrada y gran cariño a la propia Ermita donde fue hallada tan maravillosa imagen.

Don Luis de Portocarrero, nacido en el año de 1450, era hijo de Marín Fernández Portocarrero y María de Velasco, VII Señor de Palma del Río, casó el año de 1468 con Beatriz Carrillo (hija de Diego Fernández de Córdoba), de la cual no tuvo hijos y el año de 1472, lo hizo en segundas nupcias con Doña Francisca de Manrique, hija del Alcaide de Écija Don Fadrique de Manrique.

Hecha esta pequeña introducción, pasemos seguidamente a la edificación del llamado Monasterio de la Virgen del Valle y su entrega a los monjes jerónimos, por lo que acudimos a las primeras publicaciones encontradas al respecto, que nos describirán el cómo se produjo ello así como la descripción del propio monasterio.

ARTÍCULO COMPLETO EN FORMATO PDF:

by