El flamencólogo Manuel Martín de Écija, realizó una de las últimas entrevistas al Lebrijano
El pasado 13 de julio, fallecía el cantaor Juan Peña ‘El Lebrijano’ Por tal motivo, reproducimos a continuación el encuentro que tuvo con el artista nuestro paisano Manuel Martín, el pasado mes de enero, en las jornadas de Trastablaos organizadas por la Universidad de Sevilla. La información fue publicada por flamencoheeren, bajo el título:
El Lebrijano dio una lección magistral de flamenco en la apertura de Trastablaos 2016
El compromiso didáctico de la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco trasciende las aulas de su escuela. De ahí su colaboración en la organización del ciclo Trastablaos con el CICUS de la Universidad de Sevilla. La cuarta edición, que se celebra entre enero y marzo de 2016, arrancó con una lección magistral de Juan Peña ‘El Lebrijano’, entrevistado por el crítico de ‘El Mundo’ Manuel Martín Martín.
La sesión, que abarrotó el auditorio del centro universitario la tarde del 27 de enero, fue un recorrido por la biografía personal y artística del cantaor, una de las figuras fundamentales de la historia reciente del flamenco. Los testimonios que aportó el hijo de María la Perrata y tío de Dorantes, unieron anécdotas con reflexiones sobre el arte y la vida. El artista, que detalló la gestación de discos como ‘La palabra de Dios a un gitano’ o ‘Encuentros’ con los músicos andalusíes, desveló información de alto interés para quienes se inician en el cante. Por ejemplo, reconoció que “estudié 10 años de técnica de cante, pues cualquiera que quiera cantar debe pasar por un profesor que lo enseñe a respirar”.
También habló sobre figuras históricas como La Niña de los Peines quien le regaló “un pañuelo de seda diciéndome que iba a ser yo quien la seguiría”. Y sobre la peculiar técnica de Pepe Marchena: “Cantaba todo con la cejilla al uno o sin cejilla, y todo lo cantaba bien. Llegué a la conclusión de que el cante lo tenía en la cabeza… y con eso no hay quien pueda”. En su relato aparecieron flamencos como Manolo Caracol, Gaspar de Utrera, Bambino, Melchor de Marchena, Enrique de Melchor… y lugares como la Venta de Antequera, el Tablao Los Canasteros o el Teatro Real de Madrid. Sí, se quedó con un cante, la soleá, y con un disco, ‘Lágrimas de cera’. Y admitió su gran frustración: haber estudiando música en el conservatorio y ser director de orquesta.
Lo siento no hay comentarios todavía, pero puedes ser el primero en comentar este artículo.
Escribe un comentario