PODEMOS Y LA TEORÍA DEL CAOS por Francisco J. Fernández-Pro Ledesma
Fco. Fernández-Pro
Cuando hace un par de meses cené con el líder de Podemos en Écija, Pablo Fontales, no podía comprender su aseveración de que lo que decía Pablo Iglesias no era lo que decía Podemos. Ni entendía que él no compartiera las palabras ni las propuestas del líder nacional de su formación, cuando ambos pertenecían al mismo Podemos. Más, como ocurre con la Teoría del Caos, con Podemos hay que esperar un cierto tiempo para llegar a comprender algunos aspectos de su comportamiento grupal.
La Teoría del Caos explica que los Sistemas dinámicos son muy sensibles a las variaciones de las condiciones iniciales, imposibilitando la predicción a largo plazo de su comportamiento. En los sistemas caóticos, una mínima diferencia en estas condiciones provoca que su evolución sea completamente distinta a la que pudiera preverse.
Para que nos entendamos: Podemos está formado por una masa de individuos, con ideas y actitudes tan diferentes, que todo vale y todo cabe, todo permanece y todo puede cambiar, todo puede ser blanco pero negro a la vez. En definitiva, todo puede ser lo que dije entonces y todo puede ser lo que digo ahora. Podemos es imprevisible porque todo lo resume a la Teoría del Caos.
Sin embargo, es lógico: para constituir Podemos, a los muchas-veces-deseables antisistemas se sumaron los-nunca-deseados antitodo, de manera que en el masacote resultante, coexisten personajes con los principios y la calidad intelectual de Pablo Fontales con gilipollas que pretenden meter a millones de judíos en un cenicero, energúmenas impresentables que arrasan en casa ajena -violentando y avasallando las más sagradas creencias de sus moradores- o con cualquier mentecato que desprecia nuestro himno, nuestra bandera o, lo que es más grave, a un ejército que sirve y defiende –hasta con la vida de sus soldados- los derechos constitucionales de los que disfruta y que le concede este Estado español suyo –por nacimiento o adopción-, en el que vive, se salvaguarda y donde, para colmo, puede ejercer como cargo público.
Pero no nos equivoquemos: la Teoría del Caos puede dar lugar a cualquier cosa pero, aunque no lo parezca, una de sus cualidades es su determinismo. Es decir: el Sistema del Caos, busca algo pero, cuando las cosas van cambiando, el sistema se adapta y, al final, puede resultar cualquier otra cosa (y, entonces, es cuando decimos que “se nos ha ido de las manos”…)
Para llegar a comprender el determinismo inicial de Podemos (lo que pretende, su razón última de ser) y, dado que los individuos que la integran tienen tan variopinta ideología, habría que hacerse una pregunta: “¿Qué quiere realmente (o, mejor, qué no quiere)?”… Muchos miembros de Podemos, ya han demostrado que no quieren políticos, no quieren Monarquía, no quieren bancos privados, no quieren Ejército, no quieren Iglesias, no quieren empresarios, no quieren el Sistema de Libre Mercado (principio de la propiedad privada, pero también del Capitalismo)… y, siendo así –como decía en otro artículo-, con gente así, su teoría Antitodo supone, en el desarrollo práctico, el Totalitarismo más feroz… y ya se sabe que si el Totalitarismo llega por la izquierda, desemboca en el nazismo (pensándolo bien, quizá lo del cenicero no deja de ser una pista)
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Qué aburrimiento relacionar Podemos con Hitler y el nazismo. Hoy estaba de resaca por San Juan y no ha hilado ni bien ni fino.
Yo soy de los que digo que a mi esta gente nunca me han quitado el sueño, que es un movimiento “nuevo” que supo aprovechar el caldo de cultivo de una crisis que afectó a todos de forma muy desigual y que se está nutriendo de los desencantados y golpeados por una brutal desigualdad. Creo que la lógica de las cifras y la economía, acabarán por poner su populismo a buen recaudo.
Pero eso fue hasta anteayer, cuando la alcaldesa de Barcelona, después de bajarse el disparatado sueldo del anterior edil, hasta casi una cuarta parte, dijo aquello de hay que cumplir todas las leyes menos las “injustas”. O sea que se colocan por encima de la Ley y sus superior criterio va a determinar lo que es una ley injusta y cual no. Lo del alcalde de Cadiz, con su particular iniciativa de prescindir en su Ayuntamiento de la bandera nacional y de la foto del Jefe del Estado, tampoco me ha parecido un asunto baladí. Pero creo que en eso se ha equivocado y que un importante sector de la población, incluso entre sus votantes, no participan de ese gesto. En la generales nos veremos…
Saludos desde Granada.
Señor JUBILADO, me parecen magníficas sus apreciaciones… Cuando hablo de esa Teoría del Caos que parece regirlo todo en PODEMOS, me refiero a ese tipo de conductas que, poco a poco, van apareciendo y que, sin embargo, ni los mismos componentes de Podemos comparten en su totalidad.
En el artículo apunté que confío en la capacidad de Pablo Fontales y me extrañó su afirmación de que, no sólo no compartía las propuestas de Pablo Iglesias sino que, además, ningún líder estaba capacitado para hablar por todos y que serían las Asambleas y las mayorías, las que decidirían los pasos a dar en Podemos. Esta forma de proceder, implica indefectiblemente la creación de virreinatos o cédulas individualizadas, a niveles regionales e, incluso, municipales, con autonomía plena para tomar sus decisiones y marcar sus propias directrices… Realidad ésta que estamos constatando claramente, viendo los diferentes pactos y las distintas prioridades, en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
Como dice siempre mi madre: que nos coja confesados…
Un saludo muy cordial.
De todos modos, este país es un circo: el Cadiz, el alcalde sustituye la foto del jefe del Estado por la de un anarquista, y en Bailén nombran alcaldesa a la Virgen Maria…..
Conclusión, no tenemos solución.