Écija
y el rey moro Mohamed
II, un rival del
rey Alfonso X el Sabio.
En los años del famoso Alfonso X el Sabio de Castilla,
se destacó un rival al nivel de tal figura: el rey
moro Mohamed II.
Este monarca
fue uno de los más importantes representantes de la
dinastía árabe de los Nazaríes, originada
por la tribu de los Banu Nasr, que gobernó el incomparable
reino de Granada (Garnat al Jaud), en la península
ibérica, entre 1237 y 1492.
Mohamed
ibn Alhamar ibn Abdallah, era hijo de Mohamed I, el fundador
de la nueva dinastía, que había sido un mandatario
capaz, pero en los últimos años de su reinado
tuvo que reconocer su vasallaje ante Fernando III de Castilla.
Luego
fue vencido por el siguiente rey castellano Alfonso X, y como
consecuencia de los desastres externos ocurrieron sublevaciones
en el interior del reino.
El joven
Mohamed nació en la ciudad de Jaén en 1234,
fue educado en los principios de la religión del Profeta,
que se comprometió a defender y juró difundir
entre los infieles.
Entrenado
por hábiles profesionales de la guerra, participó
en varias acciones contra expediciones punitivas de los cristianos
y en operaciones contra rebeldes marroquíes como los
Beni Merines.
Pronto
se convirtió en un experto guerrero, ducho en el uso
de las armas del caballero árabe: alfanje, lanza, daga,
y en consumado jinete.
Al ascender
al trono en 1273, Mohamed II tenía que enfrentar la
difícil situación heredada y darle fortaleza
al Reino de Granada.
Alfonso
X el Sabio, conocedor del calibre del Emir granadino, le invitó
a visitarlo en Sevilla, allí Mohamed II fue recibido
con altos honores.
Se le
ofrecieron grandes agasajos y muchos obsequios, por parte
de la altiva nobleza castellana y el pueblo.
El inteligente
rey cristiano quería atraerse la amistad de Mohamed,
quien había exigido la total independencia nazarí
y era un enemigo potencial.
Ambos
caudillos renovaron el tratado de paz que se había
ajustado en 1246, pero con la salvedad del respeto a la soberanía
de Granada.
Era solo
una tregua, los castellanos insistieron en el pago de tributos
y sus nobles asaltaban a los comerciantes islámicos.
En 1275,
Mohamed II, con tropas granadinas, y de sus valíes
de Málaga, Guadix, Almería y Comares pasó
a la ofensiva.
Sus fuerzas
superaron toda resistencia en los castillos fronterizos y
entraron al asalto en Almodóvar, asolaron Úbeda
y tomaron Baeza.
En mayo
les salió al paso el poderoso ejército de Don
Nuño González de Lara, pero la caballería
árabe lo batió en toda la línea a las
puertas de Ecija.
Don Nuño
González de Lara fue muerto en esta batalla de Écija
en 1275.
Durante
la guerra de Granada, Ecija desempeñó un papel
muy importante, siendo sede de la Corte varias veces, dándose
cita en ella lo más florido de la nobleza castellana
que aquí reunió sus fuerzas con aquel fin. El
Convento de Santa Inés del Valle, fue sede de la Reina
Isabel la Católica varias veces durante la conquista
de la capital granadina, y entre las muchas mercedes que dicha
reina hizo al convento, la magnifica sillería del coro,
desaparecida posteriormente en un incendio y una colección
de libros en pergaminos, miniados e iluminados.