Corto y cauto en palabras, pero sobrado del
arte que lleva dentro desde hace 52 años, el artista ecijano
Rafael Armenta responde a las preguntas de El Periódico de Écija
en una entrevista que coincide con la presentación de sus dos
últimas obras, los monumentos del nuevo bulevar.
Rafael Armenta, es uno de los artistas más prolíficos
y prestigiosos de nuestra ciudad. Su nombre de nuevo ha vuelto al primer
plano de la actualidad tras la inauguración de los dos monumentos
del nuevo bulevar. Entre sus obras más destacadas, además
de las dos mencionadas, se encuentran la 'Fuente del Niño' en
Marchena, la fuente de la Plaza de la Constitución en Osuna,
el Monumento al Niño de Marchena, aparte de un sinfín
de trabajos con otro tipo de técnicas artísticas que domina
casi a la perfección.
El polifacético artista ecijano se inició muy temprano
cuando siendo niño ya hacía pajaritas de papel en miniatura
que guardaba en cajas de cerillas. Hoy , a sus 52 años, y con
un prestigio ya consolidado como artista, se siente tanto o más
ilusionado con su profesión como aquel niño.
- ¿Cómo se define como artista?
- Eso es muy complicado, siempre son otros los que definen al artista.
Yo me siento una persona muy pasional que cuando tengo las cosas claras
me gusta plantearme retos. Tengo mucha fuerza de voluntad y bastantes
recursos. Me siento polifacético y por ello hago de todo un poco.
- De todos los recursos artísticos que domina ¿cuál
prefiere?
- Me atrae bastante la cerámica en la que he hecho muchos trabajos
y sobre todo la escultura monumental, porque da al artista posibilidades
de expresar ideas en dimensiones fuera de lo común.
- ¿Es un oficio complicado el de artista en los términos
y proporciones en los que se encuadra usted?
- No lo es tanto. No tengo tan mitificado ser artista como lo dice.
Pienso que hay una gran mayoría de personas que nacen con cualidades
para la música, el deporte,...Yo tengo cualidades para dar forma,
interpretar y realizar imágenes, pero como yo hay muchas personas,
lo que ocurre es que hay que ponerse. Hay que gastar mucho lápiz.
Cuando te plantas delante de un papel en blanco y quieres plasmar una
idea no es tan fácil, sobre todo cuando estás condicionado
por un encargo de un cliente. Soy un poco poeta en este sentido, aunque
no de la palabra.
- ¿Qué cualidades, además de las de, supongo,
gustarle el oficio y echarle muchas horas de trabajo, hacen falta para
ser artista de este tipo?
- Se necesita tener las ideas muy claras de lo que te piden hacer o
de lo quieres hacer y tener experiencia. Tienes que tener las cosas
claras para saber plasmarlo y el resultado final va tanto en la experiencia,
los materiales que utilizas como en la pasión que pongas. Todo
debe ser una perfecta sintonía con la mente, las manos y la materia.
- ¿De todas las obras que ha creado de cuál se siente
más orgulloso?
- Un artista debe sentirse siempre orgulloso de todas sus obras, aunque
cada una tenga una significación especial. Para mí la
que más, se remonta a cuando era muy niño, tenía
11 años. Mi padre en su taller cayó enfermo y por entonces
estaba trabajando para Conchita Márquez y recuerdo que tenía
que rematar un cinturón para ir a cobrarlo para que mi madre
tuviera dinero para comprar en la plaza. Le faltaba la trebilla y me
puse a hacerla, la cosí y la remaché, doblé el
cinturón como él lo hacía y se lo enseñé.
A lo mejor la trebilla estaba muy mal pero a mi padre se le escaparon
dos lágrimas y me dijo que se lo llevara a Conchita que estaba
bien. Aquello fue lo más grande para mí, observar las
lágrimas de mi padre al ver como su hijo había hecho ese
esfuerzo. Es lo mejor que he hecho con las manos y el sentimiento.
- Usted ha sido diseñador y creador de los dos monumentos
del bulevar, ¿qué le suponen esto dos obras emblemáticas?
- Han sido un reto más, una etapa más y punto. Con más
o menos satisfacción ya que hay que tener en cuenta que se han
hecho en siete meses, un tiempo récord. Yo no he podido estar
en el montaje del monumento de Atlante porque estaba intentando terminar
el de Cervantes y, por ello, hay algunas pequeñas cosas que subsanar.
Se ha trabajado duramente ya que estábamos presionados por el
tiempo y muy estresados, pero ahora cuando los contemplas ves que ha
merecido la pena todo el trabajo.
- ¿Qué ha querido expresar Rafael 'Armenta' con estos
majestuosos monumentos?
- Con el Atlante, he querido representar las simbologías míticas
andaluzas, muy ancestrales. Por ello, he acudido a personajes míticos
como Atlante que estaba condenado por Zeus a sujetar la bóveda
celeste que en este caso es el símbolo solar más antiguo
que tenemos. La base es una especie de mausoleo, sobre la que va el
díptilo y el Atlante. Los bajos relieves representan también
escenas míticas.
- ¿Y con el de Cervantes?
- Una idea un poco poética, una actitud de reflexión.
El libro lo intentan cerrar los gigantes y el Quijote intenta que no
lo cierren para que no acabe con la creatividad y la inspiración
de su creador. Está realizado en granito y lo he tenido que hacer
en dos bloques.
- ¿Muchas felicitaciones por sus creaciones?
- A la gente le han gustado mucho. La fuente con los dos vasos en cascada
de Cervantes, la iluminación...Ha sido algo impresionante y en
el otro monumento sucede igual. Ahora los ecijanos dicen que por fin
hemos roto con el mito de pueblo y podemos, aunque ya lo éramos,
sentirnos como una gran ciudad. Se ha podido combinar en un espacio
que era dominado por los coches cultura, belleza, naturaleza y ocio
y eso es muy complicado hacerlo, sobre todo, si además lanzas
un mensaje muy profundo, el atlante por las raíces andaluzas
y Cervantes por su vinculación con Écija.
- ¿Cómo ve la cultura en Écija?
- Creo que la historia tendrá que agradecer que este Ayuntamiento
haya apostado por la cultura y por otras muchas cosas. En cultura es
impresionante la apuesta que se está haciendo por la recuperación
de nuestra historia con las excavaciones arqueológicas y también
con el Museo que nos están dando una fama y un renombre internacional.
Esto es hacer ecijanismo de verdad y lo más importante es que
esto no se está haciendo para hoy sólo, sino que es ya
para siempre, para el futuro y para nuestras próximas generaciones.
- ¿Qué le falta hacer a usted como artista?
- Todo. Sigo apasionado con mi trabajo, porque este es mi mundo y cuando
termino algo pienso y me pongo manos a la obra en lo siguiente. Un artista
debe ser inquieto y no conformarse nunca con lo que hace. Siempre se
puede mejorar. La creatividad es abierta.
Entrevista realizada
por Vicente Córdoba